Una sorprendente noticia sacude al mundo del fútbol al trascender que Neymar irá a juicio a un mes del comienzo del Mundial de Qatar 2022, debido a las polémicas maniobras que inundó su contrato con el Barcelona en 2013.
La audiencia será en la ciudad de Barcelona desde el 17 al 31 de octubre y juzgará tanto al crack del PSG como a sus padres y a los ex presidentes del club culé Josep María Bartomeu y Sandro Rosell. Los acusados se enfrentan a penas de cárcel por dos delitos de corrupción entre particulares y estafa por contrato simulado en las negociaciones que, entre 2011 y 2013, culminaron en el traspaso de Neymar al FC Barcelona.
El brasileño podría perderse la próxima Copa del Mundo, ya que la Fiscalía pidió dos años de prisión y diez millones de euros de multa para él y cinco años de cárcel para Sandro Rosell. Para Bartomeu, la Fiscalía no pide cárcel, al entender que en esa época -siendo vicepresidente- no conoció los pormenores de la operación. Sin embargo, DIS, antiguo poseedor de una parte de los derechos del jugador, sí pide ocho años de prisión para el exmandatario culé, la misma pena que pide para Rosell. El ministerio Fiscal también pide dos años para el padre del jugador y uno para la madre.
En el 2016, fecha en la que el crack de la Canarinha fue traspasado al club de París, el Barcelona informó que el valor del contrato del traspaso de Neymar fue de 57,1 millones de euros. Sin embargo, tras la denuncia del DIS, la Justicia española comenzó a investigar el caso y sospecha que el valor real del contrato era de 83,3 millones de euros y que el valor se ha diluido en contratos paralelos para componer el valor real. Por supuesto, la defensa del demandado niega esto rotundamente.
Por otra parte, según informa la agencia de noticias France Presse, el auto judicial que declaró la apertura del juicio menciona que el expresidente del Santos, Odilio Rodrigues Filho, también debe asistir a las sesiones.