Mundial Sub 20: con fútbol, dinámica y un gran corazón, Honduras y Corea regalaron otro partidazo en el Malvinas Argentinas

En el segundo duelo de la jornada, Corea del Sur y Honduras empataron 2 a 2. El último subcampeón en el Mundial Sub 20 de Polonia 2019, que había vencido a Francia en el debut, debió trabajar más de la cuenta para remontar un resultado desfavorable ante la “H”, que se puso en ventaja a los 21′ después de que el árbitro sudafricano Tom sancionara un claro penal de Seok-Hyun contra el recién ingresado Carter a instancias del VAR. David Ruiz Ochoa lo cambió por gol y los entusiastas hondureños se pusieron en ventaja merecidamente.

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Sin embargo, seis minutos después, el propio David Ochoa cometió un acto de irresponsabilidad: en una jugada intrascendente sobre el lateral derecho, sacó un manotazo contra el jugador coreano Bae Seo-Joon. El árbitro neocelandés le había mostrado la amarilla en primer término, pero lo llamaron del VAR, revisó la jugada y expulsó al autor del gol de Honduras.

Lejos de meterse atrás, Honduras intentó defenderse a partir de la posesión de la pelota. Es cierto, lógicamente retrocedió en el campo y cerró pasillos internos, pero cada vez que la recuperó fue inteligente para administrar el balón y salir rápido de contragolpe. En esa faceta, el grandote Carter fue fundamental por su rapidez y fortaleza física. Y si bien tuvo una transición muy concreta, controló mal en el último tramo y perdió en el uno contra uno.

Corea tenía la pelota, pero carecía de ideas para lastimar a los bien parados hondureños. Y cuando la última línea centroamericana fallaba, ahí estaba el bueno de Juergen García. Sobre los 42′, el arquero protagonizó una brillante atajada ante el remate de zurda de Kim Yong-Hak. El propio jugador coreano, con la 7 en las espaldas, un puñadito de minutos después, generó otra acción de peligro con un zurdazo furioso que se fue a centímetros del palo derecho mientras “Superman” García ya volaba.

El segundo gol de Honduras, en el inicio del complemento, fue un verdadero golazo desde la concepción hasta la finalización. La jugada nació en Castillo, se prolongó en Macías, quien encontró al capitán Sorto en el círculo central, pase filtrado para Castillo, quien jugó la pared con Carter y el “10″ de Honduras sacó un derechazo que después de rozar en Carter, le picó justo al arquero Kim y se metió contra el palo izquierdo. Honduras era una fiesta y soñaba con sus primeros tres puntos.

Abrumado en su apuro, Corea del Sur mostró rebeldía y reacción. De la zurda de Kim (7), la sapiencia de Bae (10) y el acompañamiento del resto, el elenco coreano salió del letargo y atacó a más no poder. Fue por los costados y metió mucha gente en el área. Así, de la mano de Kim Yong-Hak, primero (tras un error defensivo de Honduras), y Park Seung-Ho, después, con un cabezazo impecable después de un córner, Corea del Sur llegó al empate 2-2 en apenas tres minutos.

A falta de casi media hora, el desarrollo se hizo de ida y vuelta. Los protagonistas de ambos equipos se brindaron por completo y regalaron un verdadero partidazo. Corea aceleró en cada transición rápida y chocó un par de veces con la humanidad del arquero “Superman” García (una de las grandes figuras de la noche), que tapó un remate a quemarropa de Bae y también ahogó un par de centros que tenían destino de red.

Pero Honduras no se dio jamás por vencido y fue en busca de una heroica victoria que mereció. De hecho, estuvo a punto de quedarse con los tres puntos en un par de jugadas que pudieron ponerle justicia al resultado. Primero, con un remate de afuera del área del capitán Tomás Sorto que encontró bien ubicado a Kim para sacarla por arriba del travesaño. Y en la última, con un penal en movimiento que el bueno de Carter definió por arriba del travesaño de manera insólita. Con diez hombres desde los 26′ del primer tiempo, el equipo del joven entrenador Luis Alvarado (35 años) jugó un verdadero partidazo y mereció la victoria. Corea del Sur, que sin dudas estuvo lejos del nivel exhibido ante Francia, llegó al empate casi por decantación. Al final, los aplausos de las 6851 personas presentes en el Malvinas Argentinas fueron una señal de que se fueron llenos de goles y fútbol a casa en otra jornada histórica en el estadio de los mendocinos.