Paul Pogba es uno de los mejores jugadores franceses que ha pisado una cancha, pero su carrera se ha visto estancada en varias oportunidades por culpa de las lesiones que no paran de aquejarlo. Esta vez el mediocampista tomó una determinante decisión para acelerar el proceso de recuperación de su rodilla derecha, pero que también corre riesgo de agravar dicha lesión.
En este mercado de pases el mediocampista finalizó su contrato con Manchester United y decidió emprender la vuelta a Turín para su segundo ciclo en la Juventus. En el club de Turín, Paul entrena junto a Ángel Di María y Dusan Vlahovic, dos de las renombradas figuras del conjunto de Massimiliano Allegri.
Durante los entrenamientos de pretemporada, Pogba tuvo la mala suerte de sufrir una lesión en su rodilla derecha que puso en duda su participación en las competencias por lo que resta del año, incluyendo el próximo Mundial de Qatar 2022 donde su selección defiende el titulo obtenido en Rusia 2018.
Para recuperarse y llegar optimo a las primeras fechas de la Serie A, el volante se someterá a una “terapia conservadora” durante cinco semanas. Tiempo suficiente para jugar algunos partidos y demostrar toda su calidad. Aunque claro está el camino elegido por el jugador es uno rápido, pero su deseo es volver a jugar lo más pronto posible.
En caso de cambiar de opinión, lo que le espera a Pogba son dos opciones: la primera se trata de una operación que pondría en riesgo su presencia en la Copa del Mundo, pues la cirugía, que es una de las mejores opciones médicas en la actualidad, llevaría al jugador a estar de 3 a 5 meses de baja. La segunda que el futbolista ha considerado es realizarse una artroscopia en la rodilla, con lo que estaría así menos tiempo de baja (de 40 a 60 días), pero los resultados a largo plazo no son muy seguros, y podría recaer.