Del Barrio San Ignacio, al mundo entero. La felicidad es sólo del Burrero. El Jockey Club, la humilde institución de la Avenida Montes de Oca de Godoy Cruz tocó el cielo con las manos. ¡Jockey es campeón del mundo! El equipo de los históricos Diego Koltes, Martín Cusa, Gonza Pires se traen para Mendoza el título que le faltaba al encumbrado fútbol de salón mendocino. ¡Y qué mejor que lograrlo en tierras brasileñas, y faltando un minuto para el final!.
Porque cuando el reloj marcaba 18′ 53′' del complemento y el Burrero buscaba el gol de la victoria, el histórico capitán Martín Cusa esperó optimimsta por el segundo palo el remate frontal en forma de centro de Fabián Lauletta para meter un cabezazo goleador que desató el festejo enloquecido del campeón argentino, que ahora también es campeón del mundo.
Sin el lesionado Juan De Lucía, pero con el ánimo por las nubes por haberse consagrado hace poco más de un mes en la División de Honor después de 26 años, Jockey llegó a tierras cariocas con el ánimo por las nubes, pero sabiendo que el camino iba a ser tan complicado como lo fue la final.
Yel Burrero fue paso a paso, escalón por escalón, de menor a mayor, tal como lo caracteriza.
Está claro que los refuerzos (el histórico arquero de Andes Tallers Federico Pérez y el comodorense de Flamengo Diego Vargas) le dieron variantes y un salto de calidad, como se lo dio Gonza Pires, quien logro el permiso del club italiano para quedarse a jugar con sus amigos y dar la vuelta olímpica más soñada de todas.
Como todo lo bueno, la final se hizo esperar. Si bien estaba prevista para las 20 horas, el encuentro se retrasó una hora. Jockey comenzó con el cuarteto inicial que el entrenador Nicolás De Merolis puso casi siempre en esta Continental Cup:Perez, Batiz, Sánchez, Colombi y Lauletta.
El Burrero comenzó bien, presionando sobre la salida rival para forzar el error y haciendo circular con criterio el balón cuando lo tenía.
La apertura del marcador llegó después de un lateral del “Negro”Sánchez por afuera de la bomba y Gaspar Batiz la tomó con derecha, de volea y el balón se metió por entre las piernas del arquero brasileño Nikinha.
Sin embargo, cuando parecía que Jockey tenía todo controlado, en cuestión de segundos, el equipo brasileño lo dio vuelta. Primero, lo empató después de una jugada de Lambari por derecha que se ensució, pero el balón le quedó a Montanha y su remate al segundo palo encontró a Vampeta para empujarla.
Acto seguido, Pires intentó sortear la presión de Lambari, pero se encerró y Vampeta aprovechó el adelantamiento de Fede Pérez para rematar desde el círculo central por arriba de la cabeza del arquero de Jockey:2-1.
El Burrero estaba abrumado, aturdido, desordenado. Los goles del elenco brasileño fueron un golpe tan inesperado que hasta el emblema histórico Koltes se lesionó en una jugada insólita sobre el final del primer tiempo:resbaló y quedó sentido sobre la banda. Tuvo que ser reemplazado en el entretiempo y no pudo volver.
Pero este equipo tiene un corazón a prueba de balas. Y a los dos minutos del complemento, Pires lo empató tras una asistencia de Martín Cusa, a quien el destino le tenía deparado un final de película. Como este Jockey campeón. Del barrio, al mundo...
Síntesis
Maringa Seleto (2): Nikinha, Vampeta (C), Montanha, Jacometo y Lambari. DT: Jeferson Santos.
Jockey Club (3): Federico Pérez, Jesús Sánchez (C), Gaspar Batiz, Facundo Colombi y Fabián Lauletta. DT: Nicolás De Merolis.
Cancha: Gimnasio Furtadao (Telemaco Borba)
Goles: Pt; 2′ G. Batiz (JC); 755′ y 8′ 10′' Vampeta (MS). St; 2′ G. Pires (JC); 19′ M. Cusa (JC).
Ingresaron: En Maringá Seleto: David, Marcelo, Regis. En Jockey Club: Diego Koltes, Diego Vargas, Gonzalo Pires, Matías Scafetti, Martín Cusa.
Descalificados: Lauletta (JC) y Vampeta (MS).
Árbitros: Edgar Guillén (Paraguay) y Robert Salazar (Colombia).