A Miguel Borja todavía le quedan un par de días de vacaciones antes de tomarse un avión rumbo a Buenos Aires para reincorporarse a River y comenzar la pretemporada bajo las órdenes de Marcelo Gallardo, que promete ser agobiante.
El Colibrí está en Colombia pero no solamente descansa, sino que en Navidad tuvo un gran gesto con los más pequeños.
Como si fuese Papá Noel, pero sin la barba y el traje rojo y blanco -aunque le quedaría pintado-, el experimentado delantero visitó a las comunidades de Vereda Gallo y Corregimiento de Ralito, en las cercanías de su Tierralta natal, y repartió regalos junto a su fundación, entre ellos pelotas y juguetes.
Así pudo cumplir el sueño de los chicos más humildes de la región, que no solo recibieron obsequios por parte del ídolo cafetero, sino que pudieron disfrutar un rato de su compañía, sacarse fotos y hasta imitar su festejo del Colibrí, con el famoso repiqueteo.
Fue un momento inolvidable, que los más jóvenes atesorarán en sus corazones y que reafirma el compromiso de Borja con la causa solidaria, ya que costó y mucho llegar hasta Vereda Gallo: tuvo que manejar varios kilómetros y hasta atravesar ¡un embalse en bote! para “llevarle una alegría a los niños, que puedan tener esa satisfacción de poder recibir un regalo y de que estamos con ellos”.
Además de esta iniciativa, el N°9 millonario ya había participado de otro evento benéfico en su pueblo. Integró el equipo “Yo Creo en Jesús” y jugó un picadito contra 20 de Julio por el Torneo Copa Monumental. Todo el público presente quedó obnubilado y vibró con su gol y sus dos asistencias en la paliza 3 a 0 de los suyos.
