Lionel Messi continuó hoy con su integración al Barcelona del DT Ronald Koeman con una doble sesión de entrenamiento, mientras el club catalán define los cambios claves en el proyecto deportivo para que el astro argentino se sienta cómodo y el equipo recupere su brillo en la próxima temporada.
Lo que haga el Barcelona en las próximas semanas puede ser decisivo o ayudaría bastante a que el capitán del seleccionado argentino revise su decisión de marcharse al final de la temporada que esta por empezar.
Messi volvió a entrenarse ayer como jugador del conjunto “culé” para dejar atrás el conflicto sobre su continuidad, que está asegurada hasta el 30 de junio de 2021, cuando vence su actual contrato y pueda irse libre.
Sin embargo, al anunciar que daba marcha atrás a su decisión de abandonar el Barcelona, explicó que desde hacía un año que ya no era feliz vistiendo la camiseta “blaugrana”, y que no sabía si el equipo, con nuevo entrenador, iba a tener suficiente capacidad para competir, lo que en sus palabras significa ganar La Liga española y/o la Champions League.
Por ahora, el “10” se ejercita en solitario, hoy en una doble sesión -mañana y tarde-, a la espera de los resultados de la segunda prueba PCR para descartar una infección de coronavirus, lo que le permitirá reencontrase mañana sobre el césped con el resto del plantel.
Por segundo día consecutivo, Messi llegó con una hora y media de anticipación al entrenamiento, en una clara muestra de su liderazgo.
El crack rosarino tuvo oportunidad ayer de mantener un breve diálogo cara a cara con Koeman, quien no duda en lo más mínimo de su compromiso, aunque será el DT quien tendrá que ganarse la confianza de Messi a base de demostrar que sabe marcar el camino e imprimir un giro en la dinámica del equipo.
Messi prometió que iba a dar lo máximo en esta nueva etapa, pero también recordó que su decisión de marcharse estuvo motivada principalmente porque constató que en el Barça no había un proyecto claro, apuntando así al presidente del club, Josep María Bartomeu, quien ahora debe tomar junto a Koeman decisiones que posiblemente influirán en cómo se sienta el jugador en el equipo durante los próximos meses.
Por ahora no hubo grandes cambios en la estructura del equipo eliminado por el Bayern Munich en la fase final de la Champions League de Lisboa por un humillante 8-2, con lo que se espera que el Barcelona concrete en breve los fichajes claves para afrontar la temporada.
El objetivo, una vez más, es rodear a la máxima estrella, sin olvidar la salida de uno de los mejores socios del “10” en ataque, como ha sido el uruguayo Luis Suárez, quien negocia su pase a la Juventus, según la prensa catalana.
La decisión de Koeman de prescindir de Suárez, amigo íntimo y apoyo fundamental de Messi en el vestuario, no le cayó bien al capitán argentino, pero el Barcelona confiaba en poder compensar el malestar con la llegada del argentino Lautaro Martínez.
Pero la contratación del actual delantero del Inter de Milán se complicó un poco más de la cuenta pese a que el Barcelona había llegado a un acuerdo con el jugador, por una cifra que llegaba a los 111 millones que cubrían su cláusula de rescisión.
El diario catalán Mundo Deportivo, que informó que el Barcelona tenía una propuesta de 70 millones más el pase de Junior, tasado en 41 millones, califica ahora la operación de “casi imposible”.
La llegada de Lautaro, un "9″ más puro, sería un guiño a Messi, pero Koeman piensa que su compatriota Depay, actualmente en el Olympique de Lyon, puede ser una alternativa mucho más barata, ya que su contrato concluye en 2021.
Las opciones en el frente de ataque siguen abiertas, aunque Messi ya sabe que posiblemente podrá encontrar un gran aliado en el jovencísimo Ansu Fati, al que Koeman tiene previsto darle cada vez más protagonismo en su proyecto, algo que también prometió a Griezmann, quien todavía no mostró su mejor versión como azulgrana.
Al parecer, Koeman quiere que Messi tenga libertad en todo el frente de ataque, quitándole peso defensivo, de ahí la necesidad de que esté flanqueado por jugadores jóvenes, capaces de presionar y seguir a su marca con intensidad. Una vez recuperada la pelota, el “10” también necesita máxima reacción a su lado.
En el mediocampo, uno de las fuertes del fútbol de control que practica el Barcelona, se está a la espera de saber si llega Wijnaldum, jugador del Liverpool al que Koeman dirigió en la selección holandesa, y que es una de sus apuestas para reforzar el equipo.
El plantel ya cuenta con otro prometedor fichaje, el bosnio Miralem Pjanic, contratado en junio, quien próximamente se pondrá bajo las órdenes de Koeman después de haber estado en cuarentena por Covid-19.
Otra de las novedades es el portugués Trincao, un jugador habilidoso, con pase, remate y gol, con el que Messi se encontrará en los próximos entrenamientos, que pueden ser muy importantes para encontrar la química perdida.
Messi estaba desmotivado en el Barcelona que cayó ante el Bayern, pero su personalidad hace pensar que si se encuentra cómodo y forja nuevas complicidades con sus compañeros, todo puede cambiar. Por su parte, Koeman tendrá que demostrarle con su métodos de trabajo -le gusten o no a Messi- que sabe como imprimir el cambio que el Barça necesita.