Después de jugar con la Selección, Lionel Messi regresó a Barcelona y se mostró muy molesto en su arribo al aeropuerto de El Prat. Los periodistas le consultaron sobre las críticas que recibió de parte del exagente de Antoine Griezmann, quien lo acusó de conspirar contra el francés, y estalló en su respuesta. Tampoco le gustó el trato en Aduana.
Messi no hablaba con los medios desde aquel 4 de septiembre, cuando anunció que finalmente seguiría en Barcelona, y la expectativa por su llegada era inmensa. Un periodista le consultó sobre los dichos de Éric Olhats, que había afirmado que la Pulga era “emperador y monarca de Barcelona” y que “no vio con buenos ojos la llegada de Antoine”.
La pregunta hizo estallar a Messi: “La verdad ya estoy un poco cansado de ser siempre el problema de todo en el club”.
Acto seguido aprovechó para descargar su bronca con las autoridades de El Prat. “Encima recién llegó después de 15 horas (de vuelo) y me encuentro a uno de Hacienda haciendome una inspección. Es una locura”, disparó, visiblemente contrariado.
¿UN NUEVO CAPÍTULO DEL CONFLICTO CON BARCELONA?
A fines de agosto explotó la bomba. En medio de una profunda crisis deportiva e institucional después de una temporada llena de penurias, tras reunirse con el entrenador Ronald Koeman, Messi resolvió que se iría del Blaugrana. Un motivo muy claro era las insalvables diferencias de criterio con la dirigencia encabezada por Josep Maria Bartomeu.
Las negociaciones por Neymar generaron tirantez entre Messi y Bartomeu a tal punto que el argentino, que en más de una oportunidad pidió al brasileño públicamente, tuvo que aclarar que no se metía en las negociaciones y que lo suyo era un deseo deportivo. Con Abidal, que insinuó una “cama” a Ernesto Valverde, fue mucho más duro: “Habría que dar nombres porque si no, se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas”.
Finalmente, Abidal dejó su cargo de secretario técnico y Bartomeu (junto con los dirigentes que lo acompañaron) presentó su renuncia tras verse acorralado. Pero por sus dichos de hoy se infiere que Messi sigue muy enojado y siente que utilizan su figura para canalizar situaciones ajenas a él.