Messi armó la jugada, Messi fabricó el penal, Messi lo pateó y Barcelona volvió a ganar en el Camp Nou contra el Leganés.
En el festejo, hizo de todo, en pocos segundos. Primero trotó y celebró con sus compañeros, con Suárez, Vidal y compañía. Luego saludó a Piqué y quedó de frente a la tribuna, vacía: ahí improvisó parándose firme, estirando su brazo derecho y luego tirando un beso al aire.
Finalmente, al volver hacia la mitad de la cacha, levantó los brazos hacia el cielo, como es habitual.
Fue una buena noche la de Leo en su vuelta al Camp Nou, con un muy buen arranque de segundo tiempo luego de un primero en el que estuvo apagado como su equipo. Convirtió uno de penal y su Barcelona sigue puntero, metiéndole presión al Real Madrid y quedando a un gol de los 700.
Ahora, en este raid de cierre de Liga, juega el viernes contra el Sevilla desde las 17. Ya había convertido en el arranque y repitió, jugando los 180 minutos. Y no para.