La historia dice que fue Gimnasia y Esgrima el equipo que aportó el primer jugador de la Liga Mendocina de Fútbol a la selección nacional. El wing izquierdo Vicente González fue el privilegiado, cuando el 16 de octubre de 1921 la Selección Argentina goleó 3-0 a Paraguay en la desaparecida cancha de Sportivo Barracas, todo un templo del fútbol argentino que fue demolido en 1942.
González, nacido en 1904, tenía apenas 17 años cuando fue citado para disputar el Sudamericano. Era un puntero de mediana estatura, muy veloz y de gran potencia física. El jugador de los Pitucos completó 2 partidos internacionales y fue el gestor de la jugada previa que permitió a Julio Libonatti marcar el gol de la victoria en el triunfo 1-0 sobre Uruguay que le dio al fútbol argentino su primer título sudamericano.
“El puntero mendocino González colocó un centro a media altura y Saruppo, a la carrera, shoteó con violencia. Belouta se arrojó espectacularmente hacia un costado y consiguió desviar a duras penas la pelota. Libonatti, a la carrera, entró en juego, y su shot corto y cruzado la hizo llegar al fondo de la red”, se lee en el libro de Hugo Marini, (Veinte años de football sudamericano. Buenos Aires. 1937).
En realidad, González fue el primer mendocino en integrar la Selección en la Copa América. Porque un par de años antes, otro mendocino que vistió la camiseta albiceleste fue el arquero Guillermo Magistretti (Tigre y Sportivo Palermo), quien debutó el 18 de julio de 1919 en un amistoso disputado en Montevideo ante Uruguay. Magistretti, un apellido ilustre en el Atlético Club San Martín, vistió la camiseta de la selección en cinco oportunidades entre 1919 y 1923.
Roberto Luis Irañeta fue otro de los que tuvo tal privilegio. El también hombre del Lobo mendocino jugó el único partido de la Selección en el Mundial de Italia 1934, el segundo de la historia. Fue derrota 3-2 ante Suecia, en Bologna. Argentina debió presentar una formación amateur integrada en su mayoría por jugadores del interior del país porque desde 1931 regía el profesionalismo y los clubes de la Capital no autorizaron a viajar a sus jugadores.
Irañeta era un formidable delantero que también se movía por la franja izquierda del ataque, más alto y espigado, clásico y elegante. Era la obsesión de River en esos tiempos. Pero ante la negativa de su padre para que fuera a vivir a Buenos Aires, el Millo se llevó finalmente al volante central Renato Bruno Rodolfi, otro mendocino formado en la cantera gimnasista que sumó 9 partidos (1 gol) en el equipo de todos, entre 1937 y 1942, época en que jugó las copas Lipton, Newton, Chevalier Boutell y Roca.
El hecho sorprendente es que Rodolfi era titular en la Selección y suplente de José María Minella en la primera de River, con la distinción de que también llegó a integrar la famosa “Máquina”, uno de los equipos más grandes de la historia donde sobresalía uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos: José Manuel Moreno, con quien Rodolfi forjó una gran relación y luego se marcharon juntos al Puebla de México, en 1944.
Hubo que esperar hasta 1955, el Sudamericano que se jugó en Chile, y al que Argentina volvía tras 8 años de ostracismo, para encontrar otro habitante de estas tierras representando a la selección en la cita ecuménica del continente. Francisco “Pancho” Lombardo, justamente el mendocino con más encuentros en la celeste y blanca (37, entre 1952 y 1959) fue titular indiscutido desde su posición de half derecho, como se le decía en esos tiempos al marcador de punta por ese sector. Y lo mejor de todo, se coronó campeón.
Claro que esa no sería la única participación de uno de los ídolos de la historia de Boca (también jugó en River y en la Lepra en el ocaso de su carrera). Jugó 5 partidos en el Sudamericano Extra de Montevideo, en 1956, que quedó en poder de Uruguay. Una nueva coronación para el inolvidable “Pancho” llegaría en 1959, en el Sudamericano de Buenos Aires que sirvió para sacarse una gran espina. Es que Lombardo fue junto a Oreste Osmar Corbatta el otro sobreviviente del llamado “Desastre de Suecia” en el Mundial de 1958, cuando Checoslovaquia derrotó a la Argentina 6 a 1 y al regreso en Ezeiza el plantel fue recibido con insultos y monedazos. En esa Copa, Lombardo disputó cuatro partidos como titular e ingresó en otro.
Por si fuera poco, en ese mismo año, Lombardo también fue de la partida en la lista del Sudamericano Extra jugado en Guayaquil, donde sólo pudo actuar en una oportunidad.
Desde su debut con la Selección, en una derrota (1-0) amistosa frente a España, en Madrid, el 7 de diciembre de 1952, Lombardo completó un total de 37 partidos entre 1952 y 1959. Y además de jugar cuatro Sudamericanos (ganó 2), también intervino en la gira europea de 1954.
El Sudamericano de Perú 1957 tuvo a Adolfo Jorge “Coco” Benegas como uno de los estandartes de nuestro fútbol. Con 6 presentaciones fue convocado a la Copa del Atlántico de 1956 y al Sudamericano de Perú de 1957, donde surgieron los famosos “Carasucias de Lima”. Un equipo formidable cuya delantera estaba integrada por jóvenes desfachatados: Corbatta, Maschio, Angelillo, Sívori y Cruz. Argentina ganó, gustó y goleó en casi todos los partidos, menos en el último (perdió 2-1 ante Perú).
Benegas, quien en ese momento actuaba en San Lorenzo, ingresó unos minutos en el primer partido en el que Argentina vapuleó a Colombia por 8 a 2. Pero una lesión en un entrenamiento lo dejó marginado de la competencia. Igual, “Coco” fue una gloria que nos dejó en agosto de 2020.
El Sudamericano de 1959 tuvo por primera y única vez a dos jugadores mendocinos en la Selección. Además del mencionado “Pancho” Lombardo, el curioso triunvirato de entrenadores compuesto por Victorio Spinnetto, José Della Torre y José Barreiro, convocó a Pedro Waldemar Manfredini, una de las figuras de Racing.
Surgido del Deportivo Maipú, Manfredini era parte de la gran delantera de la Academia en ese tiempo. Apodado “Il Piedone” cuando llegó a la Roma de Italia, marcó 2 goles en 3 encuentros de ese torneo continental disputado en Buenos Aires que ganó Argentina de punta a punta.
En el Sudamericano de Montevideo 1967, nuestros lares estuvieron representados por el fútbol de dos grandes: el delantero Luis Artime y el defensor Iselín Santos Ovejero.
Artime nació en Palmira y de muy joven se fue a vivir a Junín, provincia de Buenos Aires. El goleador de Independiente de Avellaneda y River Plate, entre otros, marcó nada menos que 24 goles en 25 partidos internacionales con la Selección entre 1961 y 1967. Y en esa Copa América disputada en Uruguay, en la que Argentina fue subcampeón de la Celeste, el padre del “Luifa” marcó 5 goles en 5 encuentros y fue el máximo artillero del Sudamericano. Entre otros logros, Artime integró la Selección que ganó invicta la Copa de las Naciones de Río de Janeiro en 1964 y fue el centrodelantero titular en el Mundial de Inglaterra en 1966, donde convirtió 3 goles en 4 partidos (2 a España y 1 a Suiza).
En tanto, Ovejero -surgido como marcador central en Leonardo Murialdo- era un férreo y elegante defensor de Vélez Sársfield: disputó 4 partidos en ese Sudamericano de Montevideo 1967. Luego, triunfaría nada menos que en el Atlético de Madrid.
José Daniel “Bocha” Ponce, fiel exponente de la inagotable cantera de Godoy Cruz e integrante de una división que se conocía como “la octava maravilla”, lució 24 veces la celeste y blanca con 4 conquistas entre 1983 y 1985. Como jugador de Estudiantes de La Plata (luego pasó por Boca) disputó 3 encuentros de la Copa América de 1983, que no tuvo sede fija y quedó en poder de Brasil. Bajo el halo protector de Carlos Salvador Bilardo, el “Bocha” participó incluso de las eliminatorias y de toda la etapa previa del Mundial de 1986, aunque de manera increíble quedó afuera de la lista definitiva. Fue el autor de dos inolvidables conquistas en una recordada victoria 3 a 1 sobre Alemania en Dusseldorf.
La Copa América de 1987 no tuvo a mendocinos en la Selección, pero fue bastante particular por varias razones. Además de ser la única que jugó Diego Armando Maradona en nuestro país, el más grande de todos los tiempos se dio el lujo de tirar paredes con un tal Juan Gilberto Funes. El puntano que unos años antes había jugado en Gimnasia, la rompía en River junto a otro grande con el que compartió selección: Claudio Paul Caniggia. Lamentablemente, la Copa América cruzó para Uruguay.
Pasaron años, décadas y, si bien algunos mendocinos fueron parte de diferentes procesos de la selección, la historia indica que recién en la Copa América Centenario de 2016 (que se disputó por primera vez en Estados Unidos) hubo otro mendocino convocado para ir tras el trofeo que se niega desde Ecuador 1993. Se trata de Ramiro José Funes Mori. El zaguero que en ese entonces jugaba en el Everton de Inglaterra venía de ser campeón de América con River un año antes. Disputó los 6 partidos de la Argentina de Gerardo “Tata” Martino que perdió la final por segunda vez consecutiva ante Chile.
El Mellizo -hermano de Rogelio Gabriel-, ya como jugador del Villarreal de España, repitió convocatoria en la última Copa América disputada también en Brasil hace dos años. Sin embargo, Lionel Scaloni sólo lo utilizó en el partido ante Chile, válido por el tercer puesto, que ganó Argentina 2 a 1.
Finalmente, esta selección de Scaloni viajó a Brasil sin mendocinos en su lista de buena fe. Los que más cerca estuvieron de integrarla fueron el lateral izquierdo juninense de River, Fabrizio Angileri, y el arquero de Boca Esteban Andrada, pero ambos fueron desafectados por el entrenador.
Enzo Pérez, el que jugó dos Copas del Mundo
Enzo Nicolás Pérez es el único jugador mendocino que disputó dos campeonatos mundiales. En la Selección Argentina ha disputado 23 partidos y convirtió un tanto. Debutó en la albiceleste en el año 2009. De la mano de Alejandro Sabella fue a la Copa del Mundo 2014 en Brasil y jugó 2 partidos de titular: la semifinal contra Holanda, y la final contra Alemania. Argentina perdió contra Alemania 1 a 0 con gol de Mario Goëtze.
Posteriormente participó en el último partido de las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, donde tuvo una buena actuación y ayudó a que la Argentina derrotara a Ecuador por 3-1, con tres tantos de Lionel Messi. Esto le valió la clasificación al Mundial de Rusia 2018 al seleccionado nacional. Disputó la Copa del Mundo 2018 con la Selección Argentina y fue titular en el partido de octavos de final en el que fueron eliminados tras perder 4 a 3 contra Francia.
Otros grandes de selección
Por esas cosas del fútbol no llegaron a jugar ningún Sudamericano, pero forman parte de la historia grande. Roque Alberto Avallay, Roberto Domingo Rogel, Rubén José Agüero, quienes en distintos períodos, partidos y torneos alcanzaron brillo propio y quedaron en la historia de la Selección Nacional.
El “Chivato” Avallay, otro impetuoso número 9 maipucino al igual que Manfredini, recordado porque en su debut se cayó al foso perimetral en la cancha de Independiente de Avellaneda, fue citado 15 veces a distintos amistosos y a las eliminatorias del Mundial de Alemania entre 1969 y 1974. lapso en que hizo 1 gol.
El “Negro” Agüero, iniciado en Luján Sport Club, un bilardista puro en su actual tarea de entrenador, fue justamente otro de los protegidos del Narigón que se lo recomendó a su ex compañero Eduardo Luján Manera cuando este dirigía Estudiantes de La Plata y luego lo convocó solo para la etapa previa del Mundial 86 donde en 1984 completó 6 cotejos amistosos.
Acaso sin el nivel y el relieve de los anteriores, incluso con menos posibilidades y sin la continuidad necesaria, surgen nombres como el del arquero Juan Carlos “Pelado” Moreno (suplente en un amistoso contra Uruguay en la década del 60 cuando atajaba en Argentinos Juniors), el sanrafaelino Roberto Marcelo Salomone (conocido como “La Liebre” cuando Atlanta lo transfirió a Racing y jugó 4 amistosos entre 1968 y 1969), Darío Luis Felman, (integró la selección que participó de la Copa de Oro de 1977 en Mar del Plata dirigida por Menotti y marcó 1 gol contra Aldosivi).
Los más contemporáneos
Más acá en el tiempo surgen otros nombres de futbolistas mendocinos que pasaron por la selección. Roberto Antonio “Nuno” Molina jugó el 9 de octubre de 1996 frente a Venezuela en un partido de las eliminatorias del Mundial de Francia de 1998, Neri Raúl Cardozo con experiencia en la Selección Juvenil Sub-16 y Sub-17 fue citado por Alfio Basile a la selección mayor en un amistoso contra Chile el 18 de abril de 2007, el arquero Diego Raúl Pozo fue convocado por Diego Armando Maradona en mayo de 2009 y fue titular en los amistosos con Panamá y Ghana. Además, quedó como tercer arquero detrás de Sergio Romero y Mariano Andújar en el Mundial de Sudáfrica 2010. Pozo atajó ese año frente a Catalunya y Haití, que no fueron incluidos como amistosos internacionales. Otros futbolistas de estos pagos que jugaron en la selección son los arqueros Adrián Gabbarini y Nelson Ibáñez y los mediocampistas Jesús Méndez y Nicolás Olmedo, todos en 2010. Otro que sumó algunos minutos en la selección durante la era de Alejandro Sabella fue Franco Di Santo.
También el delantero Rogelio Funes Mori (hoy nacionalizado mexicano) fue convocado y disputó algunos minutos en 2012. Gonzalo “Pity” Martínez recibió el llamado en 2018 y debutó con la casaca albiceleste en un amistoso ante Guatemala (marcó un gol de penal) que terminó 3-0 a favor de Argentina. Luego jugó contra Colombia y Venezuela. En tanto, el arquero Esteban Andrada disputó hasta el momento dos partidos con la selección y en la Copa América 2019 integraba la lista definitiva, pero tuvo que ser sustituido por una lesión. En tanto, el juninense Fabrizio Angileri fue incluido por Lionel Scaloni en la nómina previa a esta Copa que se iniciará hoy, pero se quedó afuera de la lista de buena fe definitiva sin haber debutado.