Su figura ha ido in crescendo a lo largo del campeonato. Tanto que Matías Villarreal es una pieza valiosa en el esquema futbolístico de este Gimnasia y Esgrima de Luca Marcogiuseppe. El volante del Lobo es el que manda, recupera y ordena el juego y de a poco, pese a venir desde la vereda de enfrente (NdR: debutó en Independiente Rivadavia), se afirmó en el mediocampo del Lobo y en el corazón de los hinchas. Por su esfuerzo y entrega, genera respeto en los cuatro costados del Legrotaglie.
Sereno, siempre claro para responder, el volante habló con Los Andes y confió sus sensaciones sobre lo que vendrá, el partido de esta tarde y lo que imagina a partir de un estadio lleno, alentando por el Mensana.
Villarreal es uno de los jugadores más experimentados que tiene este Gimnasia 2022, que hoy disputará la segunda semifinal del torneo Reducido de Primera Nacional. Un partido clave en el estadio de calle Lencinas, donde será a todo o nada.
Es el partido revancha de la serie que hasta el momento gana Estudiantes de Caseros, tras imponerse 1-0 en el encuentro de ida. El Lobo está obligado a la victoria para pasar a la final.
Y Villarreal, por tener un pasado en el rival de esta tarde, reconoce la calidad de Estudiantes y agradece el recibimiento que tuvo cuando el Lobo visitó Caseros y se le entregó una plaqueta. “Soy un privilegiado y le doy un valor enorme. Algo bien he hecho para recibir tanto cariño. Disfruté mucho todo ese recibimiento, pero siempre con ese profesionalismo que me ha hecho sostenerme en esta categoría a lo largo de los años y respetar la camiseta que tengo puesta. Lamentablemente no fue con victoria sino con derrota”.
- Viviste algunas sensaciones encontradas tras volver a Caseros, ¿cómo fue ese momento?
- ¡Encontradas no! Si fue grato volver; la gente me devolvió muchísimo cariño, me recibieron con una plaqueta con un cuadro, tengo una excelente relación, de amistad te diría casi con el presidente. Además, un montón de gente allegada que me escribió en la semana y me trataron con mucho respeto. Después tuve un episodio de aliento y cosas hermosas.
-Solo faltó el empate o una victoria y hubiese sido coronado un gran momento personal...
-Son semifinales y sabemos que no son para nada fáciles. Ellos vienen en alza en el torneo. Son partidos que se definen en los detalles y es lo que pasó. Generamos muchas situaciones de peligro y eso también nos lleva a tener calma, paciencia y tranquilidad. Porque cuando las situaciones de gol aparecen, es cuestión de estar tranquilo y saber cómo poder resolver ese tipo de acciones que generamos en cada partido para empezar a darle valor con el pase a la red. Es un partido difícil, pero estamos con la cabeza muy tranquila de que nos vaciamos y porque todavía quedan aún 95 minutos acá, en nuestra cancha y con nuestra gente. Sabemos que acá nos hacemos fuertes y no hay dudas de que vamos a salir a buscar el partido . Si bien no podemos garantizar un resultado, creemos que las cosas van a caer para nuestro lado.
- Más allá de la impaciencia que debe haber en el equipo, se los nota muy aplomados...
-Es que nosotros nos vaciamos en la primera final en cancha de Estudiantes; se hicieron cosas bien. Lo dimos todo y, como tiene este juego, que es muy dinámico, hay cosas para corregir. Pero cuando te entregas al colectivo, uno después apoya la cabeza en la almohada y te quedas con tranquilidad. Pero sabemos que estamos por detrás en el marcador y que vamos a salir a buscar el partido, pero eso es parte de nuestro ADN. Lo que digo es que nos deja tranquilos. Sin embargo, no significa que vamos a llegar al partido relajados. De ninguna manera; todo lo contrario: con una contracción de trabajo muy grande para mañana (por hoy) y de esa manera estar al ciento por ciento y hacer un buen encuentro.
- Además del gol, ¿qué debería corregir el equipo para este compromiso?
- Siempre, tanto en lo ofensivo como en lo defensivo, hacemos hincapié en el equipo. Uno cuando habla de eficacia no habla de los Solari, los Nouet, los Barbieri, los Rivero, etc... Se habla del equipo en sí y en lo defensivo es lo mismo. Nosotros somos un equipo y nuestra primer línea de presión son nuestros delanteros. Somos un equipo totalmente distinto y eso nos ayuda en lo defensivo para que seamos confiables, para que ellos después en lo ofensivo nos den lo que nos dan partido tras partido. Quizás faltó (piensa...) un poco de suerte. Estamos confiados en que vamos hacer un gran encuentro. No podemos garantizar un resultado, pero sí que la gente se quede tranquila porque verá al mismo Gimnasia hambriento y con esas ganas de querer un poco más.
-Este Lobo siempre ha sido un equipo muy ofensivo, sin especulaciones competitivas, pero esta vez están obligados a ganar ¿Qué cambia? ¿Es una presión extra?
- Gimnasia transitó todo este campeonato desde la valentía a la hora de jugar, sin importar el escenario, siendo local o visitante. Siempre tuvimos ese coraje para ir a buscar a los rivales en su cancha. De hecho, hablé con gente de Estudiantes de Caseros y me dijo que somos unos de los primeros equipos que ha ido a sacarles la pelota y a jugar de igual a igual. Que ningún otro rival los hizo sufrir como lo hicimos nosotros. Eso te da la pauta de que Gimnasia es un equipo agresivo, tanto en su cancha como cuando juega de visitante. Es un equipo que sale a buscar siempre, que no especula con los resultados, y mucho menos especula con la ventaja deportiva. Eso quedó demostrado en el clásico frente a Independiente Rivadavia y contra Deportivo Morón. Tenemos que seguir con la misma dinámica que venimos teniendo y entender que estamos detrás en el marcador. Sin embargo, eso no tiene que ser sinónimo de desesperación, sino que tenemos que estar más tranquilos que nunca y ser contundentes cuando las chances aparezcan.