“Generamos situaciones y fue justa la diferencia, incluso pudo haber sido mayor”. Las primeras palabras de Luca Marcogiuseppe marcan de cuerpo entero lo que significó el triunfo mínimo para Gimnasia y Esgrima sobre Estudiantes de Buenos Aires. El equipo no brilló como en otras oportunidades, pero se quedó con tres puntos vitales para darle forma a su nuevo objetivo que es terminar tercero o segundo, si se dan otros resultados. Pero además, dentro de la sinceridad del deté del Lobo, hay cosas para analizar y obviamente, mejorar. Había que ganar, es cierto, como también lo es que su equipo dilapidó contra que pudieron haber permitido tener un cierre de juego más tranquilo. Sin embargo, esas jugadas a las que Luca hace referencia llegaron en un momento donde el Pincha de Caseros tenía a su equipo contra las cuerdas, aunque sin la profundidad necesaria para comprometer a Tomás Giménez.
“El dominio fue de Gimnasia, más desde el control que de las situaciones”, agregó después Marcogiuseppe. Y siguió en su análisis, diciendo: “En el segundo tiempo, y no es la primera vez que nos sucede, terminamos más incómodos por no haber podido cerrar el partido con una diferencia mayor. Por eso terminamos jugando más cerca de nuestro arco que en campo rival, más allá del mano a mano de Mario (Galeano), ellos tuvieron alguna chance donde nos podrían haber empatado”.
Balance de campaña. “Cuando llegamos planteamos salir de la última posición y empezar a competir partido a partido, ese fue el primer objetivo en el corto plazo. Después, el equipo tuvo rendimientos y resultados, por lo que nos propusimos entrar dentro del grupo del Torneo Reducido. En gran parte del torneo estuvimos en esa zona, conseguimos entrar cuatro fechas antes y ahora decidimos de buscar un nuevo objetivo como puede ser plantearse el segundo o tercer puesto”, sumó el entrenador mensana, quien desde su llegada, Gimnasia fue de menos a más tras un arranque complicado y ahora se ubica entre los tres mejores.
Los cambios y el otro planteo. En su análisis, Marcogiuseppe también se refirió a las variantes que tuvo que introducir. Al respecto, contó: “El ingreso de Tomy López se dio porque Fernando Bersano no podía continuar, y el ingreso de (Joaquín) Varela nos permitió hacer una línea de cinco, una estrategia que venimos implementando cuando el rival está en desesperación y pone más atacantes que lo normal. Eso nos lleva a defendernos y retroceder luego de no haber podido ampliar la diferencia. Son situaciones que hacen perder protagonismo y terminar incómodos”.
Una meta que es posible. Al ser consultado sobre la nueva ubicación que encuentra a su equipo en la tabla, Luca Marcogiuseppe se mostró contento, aunque con los pies en la tierra. “Sabemos que hoy depende de nosotros obtener el tercer lugar en un torneo con muchos equipos y tan competitivos, es un privilegio para el club. Iremos al próximo partido con la misma responsabilidad que asumimos ahora”. Y de la cita a la que se refería el adiestrador blanquinegro es frente a Atlanta, en condición de visitante. Un encuentro que puede ser histórico para el Lobo, equipo que está tercero y que puede ser segundo si Instituto no gana sus dos juegos.