La voz del otro lado del teléfono marca un espacio de calma. No hay stress, ni ansiedad. Cuando muchos pierden la cabeza, Luis García, el entrenador del Deportivo Maipú (“formador”, como le gusta llamarse), disfruta de un momento único del equipo en la categoría: está a dos partidos de poder ingresar a una final por el primer ascenso o, en su defecto, el inicio del Reducido por el segundo boleto a la máxima. Casi nada. Casi todo.
- ¿Se puede sufrir tanto?
- (Risas) La verdad que me lo tomé con tranquilidad. Sabía que el partido iba a ser de esa manera. Lo había visualizado de esa forma, entonces hace que esté preparado para el impacto. Obviamente, a medida que vas errando los goles, entras en la inquietud de no saber qué va a pasar. Pero tenía la tranquilidad de saber iba a ser un partido de esa manera; con un ida y vuelta y un palo y palo constante.
- ¿Te fuiste contento con el triunfo o preocupado por el funcionamiento?
- Me fui contento; para mí la victoria no tiene sustituto. Y después habrá que corregir cosas como siempre, porque las corregimos cuando ganamos y las corregimos cuando no ganamos. Pero en la victoria me fui feliz por el sacrificio con estos chicos.
- ¿Se dio así por las urgencias de unos y otros, especialmente Villa Dálmine?
- Ellos suelen jugar así. Si revisamos los últimos goles que le han convertido a lo largo del año, tienen muchos goles en transición; le suelen convertir mucho. Y eso le ha pasado con los tres entrenadores que han tenido en el año. Siempre le digo a los jugadores que cuando un patrón se reitera, no es casualidad. Sabíamos de que se iba a presentar de esa manera y que iba a ganar el que tomara mejores decisiones. Gracias a Dios terminamos siendo nosotros. La vorágine de querer ganarlo, y con un hombre menos, hizo que tomemos otros riesgos y ellos nos llevaron puestos por la necesidad de ganar o ganar.
- A pesar de tener uno menos, la obligación expuso a seguir yendo al frente, aún a costa de quedarte con las manos vacías...
- La realidad es que uno nunca se prepara para terminar en algún momento del partido jugando con uno menos y obligado a ir a buscar el resultado. Sin embargo, tenía la tranquilidad de que se iban a seguir presentando esas oportunidades que dejamos pasar. Por eso los cambios terminan siendo ofensivos. Teníamos esa ambición de querer ir a ganarlo, aunque la realidad es que no tenía pensado tener que inmolarme e ir a buscar los tres puntos.
- Después de un triunfo de estas características y la forma en que llegó, ¿Cómo mantenés la calma de un plantel que tiene mucha juventud más allá de cierta experiencia?
- Bueno, la posibilidad de estar todos juntos acá, en Buenos Aires, concentrados, hace que entre ellos mismos mantengan la calma. A nosotros nos permite llevarlos de una manera quizás mucho más tranquila en cuanto a la actividad, porque lo tenemos metido acá adentro, sabemos cómo se alimentan, como descansan y como entrenan. Tuvimos ese plus de esta semanita en Buenos Aires para el partido con Aldosivi y después del domingo, si logramos conseguir un resultado favorable, seguramente vamos a tener una semana más intensa por lo que representa el partido con Independiente Rivadavia.
- Ese es el momento para el rol que más te gusta, el de formador más allá de entrenador...
- Uno trata de ser cercano al jugador, trata de hablarle, sobre todo a los más chicos, de aconsejarlos, de acompañarlos, de escucharlos y de entenderlos. Y, por sobre todas las cosas, que entiendan sus errores, sus virtudes y la importancia del diálogo y la comunicación. Además, existe un diálogo constante con los jugadores más grandes para poder bajar un mensaje unificado a todo el grupo. Después, a esta altura del campeonato, trabaja quizás más lo emocional que lo táctico.
- ¿Ahora mismo lo emocional es más importante que las cuestiones tácticas y futbolísticas?
- Sí. Lo emocional, el descanso y la recuperación para cada partido, por sobre todas las cosas. Sacando eso, nos propusimos volver a ser el equipo que fuimos durante todo el año. Lo más importante para nosotros es volver a ser ese equipo que se destacó a largo de la temporada, que juega bien el fútbol, que es protagonista, con una identidad de juego y no tener que ganar como sea. Lo emocional juega un factor fundamental en esta recta final.
- Volvés a repetir eso de querer recuperar el juego que ha caracterizado al equipo, pero da la sensación que a veces las obligaciones te invitan a quemar el libreto, a resignar el buen juego...
- Es que ya lo resignamos. No hemos sido el equipo de principio de torneo y eso te lo da también el momento que estás jugando: los rivales que te juegan de otra manera, ya te conocen. El margen de errores es mucho más bajo, porque estamos todo el tiempo compitiendo con los de arriba; es ganar, ganar y ganar. Y eso hace que vayas perdiendo las formas.
- En lo personal, ¿Cómo manejas las tensiones del momento?
- Me apoyo mucho en el cuerpo técnico; trato de disfrutar el día a día que compartimos. Somos conscientes de que no es fácil que se dé una temporada tan buena como la que se nos está dando, entonces trato de hablar con ellos y aprovechar los extraordinarios profesionales que me rodean. Desde ese lado, llevo la semana de una manera mucho más tranquila.
- ¿Se permite uno disfrutarlo, justamente con estas tensiones, con estas cargas? Debe ser el mejor momento de tu carrera...
- Sin dudas es el mejor, pero hay partidos donde termino con un nivel de estrés muy alto y necesito un periodo de paz, como para tranquilizarme y volver a ser yo. Pero hay momentos donde no lo puedo manejar y no disfruto por más que ganemos.
- ¿La presión será igual para Chacarita, Independiente y Maipú o alguno tendrá una mochila extra?
- La realidad es que hoy dependemos de Chacarita. Entonces, nuestro objetivo principal es lograr los seis puntos que nos quedan por delante. Una vez que nosotros consigamos eso, si se da la zona, bienvenido sea. Sino, a prepararse de la mejor manera para enfrentar el Reducido. Hoy por hoy no depende de nosotros y no es fácil. Pero estamos muy ilusionados con este cierre de campeonato y queremos cerrarlo de la mejor manera.