Casi con seguridad, una fuerte sensación de revancha fue lo que sentimos los futboleros cuando nos enteramos que Argentina sería sede del Mundial Sub 20. No caben dudas. El papelón futbolístico en el Sudamericano había quedado atrás y la chance de cambiar la imagen aparecía a la vuelta de la esquina. Porque disputaríamos la Copa en calidad de anfitrión. Del fracaso a la esperanza en muy pocos meses. Y de allí un sinfín de variables que empezaron a jugar su partido.
El sorteo de grupos determinaría que la albiceleste del DT Javier Mascherano, quien regresaba tras un portazo lleno de frustración, debería medirse ante Uzbekistán, Guatemala y Nueva Zelanda, rivales accesibles, a priori. Lo cierto es que las victorias frente a los dos primeros determinaría que Argentina clasifique a octavos de final de la Copa del Mundo juvenil para iniciar el camino hacia la séptima Copa.
Hablando de variables que juegan su partido, es muy probable que esta Selección Argentina Sub 20, plagada de figuras nacionales e internacionales, logre cambiar la débil imagen que dejó en el último torneo clasificatorio de Sudamérica. De un plumazo, los de Masche ya cambiaron murmullos por aplausos en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero en solo dos partidos. Es que algo cambió, por supuesto. Desde lo táctico y lo actitudinal. Estos chicos saben que están ante una posibilidad muy grande, gigante tal vez, de dar vuelta las cosas para siempre y escribir la historia grande.
¿Cosas por corregir? Muchas, sobre todo atrás. ¿Aspectos por profundizar? El control de pelota en mitad de cancha y el ataque, lo mejor que tiene esta Argentina de pibes que sueñan.
Y es en ese marco donde aparecen nombres y apellidos que, de a poco, llaman la atención de los grandes clubes europeos. Y comienzan a copar las pantallas de TV y los portales de noticias. Un caso claro es el de Alejo Véliz, el lungo delantero de Rosario Central que ya es una de las figuras de la albiceleste a fuerza de goles. Valentín Barco, de Boca, es número puesto gracias a esa personalidad y talento que van afianzándolo con solo 18 años en el sector defensivo. Soulé, Carboni, Perrone, Tanlongo y Aguirre son cosa seria...
Y aunque falte poco menos que una eternidad para el Mundial de mayores 2026, ese que se jugará en México, Estados Unidos y Canadá, todo hace suponer que Lionel Scaloni, el DT campeón del mundo, echará mano a varios de estos chicos que vienen pidiendo pista desde las provincias. Si la lista mundialista se sostiene para 26 lugares y se da la lógica del fin de ciclo de varios emblemas (Franco Armani, Nicolás Otamendi, Ángel Di María, ¿Lionel Messi?), los lugares disponibles serán ocupados, seguramente, por jugadores que hoy disputan su Mundial en nuestro país.
A pesar de no poder contar con Alejandro Garnacho, Nicolás Paz y Facundo Buonanotte (sus clubes no quisieron cederlos), la Argentina de Mascherano avanza a paso firme en el sorpresivo Mundial que le dio una segunda e histórica chance. Estos últimos jugadores también son seguidos de cerca por el CT de la Mayor y hasta podrían ser convocados antes de que termine el año para alguna fecha de Eliminatorias Sudamericanas.
Más allá del análisis, que es subjetivo y siempre está sujeto a contradicciones, hay algo que está muy claro: Argentina sigue siendo una usina inagotable de futbolistas que nutren el plano internacional. Y que hacen ilusionar al hincha con lo que pueda pasar tanto en este Mundial Sub 20 como en la gran cita del 9 de junio de 2026. Tal vez con los mismos protagonistas.
