Los fiscales que investigan la muerte de Diego Maradona recibieron las últimas historias clínicas y constancias médicas que faltaban sobre la salud del exfutbolista, desde el año 2000 al momento de su muerte.
En las próximas horas definirán la fecha de inicio de la junta médica que tendrá como objetivo determinar si hubo mala praxis.
Fuentes judiciales confirmaron hoy a Télam que ayer el equipo de fiscales de San Isidro que lleva adelante la causa y está integrado por Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra, incorporó algunas historias clínicas de vieja data que aún no estaban en el expediente.
Entre las historias clínicas que llegaron a la sede de la Fiscalía General de San Isidro está la del sanatorio Fleni de Belgrano, donde Maradona estuvo internado en 2000 luego de la descompensación que sufrió en Punta del Este en enero de ese año.
Aquel episodio dejó al Diez al borde la muerte y tras una serie de estudios los médicos descubrieron que sufría una cardiopatía severa.
Diego tenía 39 años y había sufrido una crisis hipertensiva y una arritmia ventricular. En los análisis de sangre y orina se detectaron rastros de cocaína y estuvo internado en terapia intensiva del sanatorio Cantegril de Punta del Este hasta su traslado en un avión sanitario a Buenos Aires.
Otras historias clínicas que llegaron al expediente son la de la internación que tuvo el “Diez” en 2007 en el sanatorio Güemes de la Capital, tras sus problemas de adicción al alcohol, y la de su paso el mismo año por la clínica psiquiátrica Avril del barrio porteño de Almagro.
Los fiscales ya contaban en la causa con las historias clínicas del Swiss Medical Center, la del sanatorio Ipensa de La Plata donde estuvo lo primeros días de noviembre pasado, y la de la clínica Olivos donde fue sometido a una neurocirugía y dado de alta el 11 de noviembre, es decir 14 días antes de su muerte.
“Esas historias clínicas, más la autopsia y sus estudios complementarios son fundamentales para que los peritos tengan la película completa de cuál era el estado de salud de Maradona y puedan emitir su opinión respecto a si la internación domiciliaria era la adecuada y si hubo negligencia en su atención médica”, dijo a Télam un investigador judicial.
La misma fuente reveló que “algunas de estas historias clínicas tiene 300 o 500 páginas, por lo que hay que digitalizarlas, armas legajos, fotocopiarlas y entregarlas a los peritos y a las partes”.
Siempre según el informante, mañana los fiscales tendrán una reunión con algunos de los médicos que ya está definidos como integrantes de la junta médica y podrían poner una fecha de inicio “que será inminente” para este peritaje que será la clave de la causa y el que defina el futuro de los médicos de Maradona, el neurociruano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes están siendo investigados como posibles responsables de un “homicidio culposo”.