Gran revuelo se armó en el ambiente deportivo argentino por la posibilidad de que los clubes que hoy son asociaciones civiles sin fines de lucro puedan transformarse en sociedades anónimas, tal como lo anunció el presidente de la Nación, Javier Milei, en la noche del miércoles en el marco de un extenso DNU para “desregular la economía”.
Puntualmente, Milei firmó un decreto que habilita a los clubes de fútbol a transformarse en sociedades anónimas deportivas (SAD). Por un lado, la medida modifica la Ley de Deportes y la Ley de Sociedades Comerciales (celebrada por algunos clubes) que venían reclamando la posibilidad de transformarse en SAD para poder competir en igualdad de condiciones con clubes europeos.
Sin embargo, la medida también fue criticada por otros sectores, que consideran que la privatización de los clubes de fútbol podría llevar a la pérdida de identidad y tradición de estos clubes.
En ese marco y con el debate instalado en todo el país, vale destacar que los clubes más grandes de la Argentina ya se habían manifestado absolutamente en contra de las sociedades anónimas, haciendo hincapié en que “los clubes son de los socios”. River Plate, Boca Juniors, Independiente de Avellaneda, Racing Club y San Lorenzo se expresaron con dureza y aseguraron que continuarán tal como están.
Por Mendoza, Godoy Cruz también había adelantado su postura: en contra de las SAD.
En ese sentido, desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se mostraron en contra del DNU. En diálogo con diario Olé, hace algunas horas, un alto directivo afista sentó postura al respecto: “Más allá del anuncio, hay un paso clave para que se les dé lugar a las SAD. Esto tendría que pasar por la Asamblea de AFA para cambiar el estatuto. ¿Y vos te creés que que eso puede ser aprobado en esta AFA?”.
¿Qué cambios trae el DNU de Milei en los clubes de fútbol?
El decreto establece que las asociaciones civiles que decidan transformarse en SAD deberán cumplir con los siguientes requisitos:
-Aprobar una modificación de sus estatutos para adaptarlos a las disposiciones de la Ley de Sociedades Comerciales.
-Obtener la aprobación de la mayoría absoluta de los asociados en una asamblea extraordinaria.
-Obtener la autorización de la autoridad de aplicación de la Ley de Deportes.
El decreto también establece que las SAD podrán participar de los beneficios impositivos y previsionales previstos en la Ley de Deportes.
Impacto potencial de la medida
La medida de Milei tiene el potencial de revolucionar el fútbol argentino. La transformación de los clubes en SAD podría generar un importante cambio en la estructura de los clubes, su forma de gestión y su relación con los socios.
Algunos de los posibles impactos de la medida incluyen:
-Mayor inversión en los clubes: Las SAD podrían acceder a “fuentes de financiamiento más amplias que las asociaciones civiles”, lo que podría permitirles invertir en infraestructura, fichajes y otras áreas.
Mayor profesionalización de la gestión: Las SAD estarían sujetas a las normas de la Ley de Sociedades Comerciales, lo que podría generar una mayor profesionalización de la gestión de los clubes.
Mayor flexibilidad en la toma de decisiones: Las SAD tendrían una mayor flexibilidad en la toma de decisiones que las asociaciones civiles, lo que podría facilitar su adaptación a los cambios del entorno.
Sin embargo, la medida también podría generar algunos riesgos, como:
Aumento de la desigualdad: Las SAD podrían generar una mayor desigualdad entre los clubes, ya que “los clubes con mayor capacidad económica podrían tener una ventaja competitiva”.
Pérdida de identidad: La transformación de los clubes en SAD podría llevar a la pérdida de identidad y tradición de estos clubes.
Un aspecto clave en la posible implementación de las SAD en Argentina
Hasta el día de hoy, un club enmarcado en una SAD (sociedad anónima deportiva) no puede competir en torneos de AFA. El estatuto vigente solo permite la competencia entre asociaciones civiles. Para que esto cambie, el Gobierno de Javier Milei, a través del artículo 345 del DNU recientemente presentado, le da un año a la AFA para modificar el estatuto y aceptar a las SAD en las competencias oficiales.