Los abogados de Lionel Messi han solicitado a la Justicia una compensación de 50.000 euros por los daños causados por unos ambientalistas en su propiedad de Ibiza, argumentando que esta suma es necesaria para reparar los perjuicios.
La agrupación Futuro Vegetal fue la responsable del ataque y de su difusión en redes sociales. Los activistas afirmaron que su acción tenía como objetivo denunciar la “responsabilidad de los ricos” en la crisis climática.
Durante la protesta, los activistas de Futuro Vegetal arrojaron pintura roja y negra sobre la fachada de la casa de Messi y se fotografiaron frente a la propiedad con una pancarta que decía: “Help the Planet - Eat the Rich - Abolish the Police” (“Ayuda al planeta, cómete al rico, abolid la policía”). La casa está ubicada en una de las zonas más exclusivas de España.
Bilbo Basatterra, uno de los activistas detenidos, se justifica argumentando que la casa de Messi es ilegal y, por lo tanto, no debería pagar la multa.
“Sería insólito pagar 50.000 euros por una casa que igual debe ser derribada. Nosotros vamos a alegar que no se entiende cómo es posible que nos acusen de generar daños ahí cuando hay que derribarla”, plantea.
Según el periódico local La Voz de Ibiza, la casa de Messi no posee el certificado de final de obra emitido por el ayuntamiento de Sant Josep ni la cédula de habitabilidad otorgada por el Consell de Ibiza.
La propiedad, que rara vez está habitada, dispone de una planta baja de 420 metros cuadrados, un sótano de 16,79 metros, un anexo de 38,85 metros y una piscina de 92 metros. El terreno en total abarca poco más de 16.000 metros cuadrados.