Hace 25 días, Independiente Rivadavia acumulaba tres partidos invictos: triunfo ante Gimnasia de La Plata, empate en Rosario ante Newell’s y triunfazo ante Independiente de Avellaneda. Un histórico. Un gigante del fútbol argentino y de América. Más allá de su presente. Todo era felicidad en el Parque.
Cuatro días más tarde, la historia comenzó a cambiar en el seno del plantel del Azul de Parque. Derrota contra Atlético Tucumán por 2-1 cuando ganaba 1-0. Había que levantar y el rival era Boca. Nada más ni nada menos. Tácticamente, el equipo de Martín Cicotello apabulló a Boca. Le desnudó todas sus falencias. Sin embargo, en la única falla del encuentro, minuto 53 del PT, Boca encontró el empate a través de Medina. Bronca, dolor. Pero, por lo que había mostrado en el campo de juego en el Malvinas Argentinas, la ilusión seguía intacta. Independiente mostró carácter, juego y mereció mucho más que un mezquino punto.
Pero, todo cambió en la fecha 11. Independiente Rivadavia jugó su peor partido de la temporada hasta el momento. Fue una sombra en todo sentido ante Talleres de Córdoba. Ganaba 1-0, se lo dieron vuelta en el ST y en el último minuto la T logró el gol del triunfo. Golpe al corazón del seno del plantel. Nadie de la comisión directiva lo reconoció, pero hubo un fuerte cruce de palabras entre en el entrador y de los jugadores. Un fuego que había arrancado en el Malvinas Argentinas tras el empate agónico de Boca. “Se dijeron de todo”, reconocieron testigos. Otros, aseguraron que Cicotello, afirmó que le estaban haciendo una cama. Durísimo.
Y como plus, el partido con Platense (peor que con Talleres de Córdoba) fue una verdadera puñalada al corazón. Sin dudas, el mensaje del DT no llega al plantel. Un equipo totalmente partido desde lo actitudinal. Porque más allá del juego, estas situaciones se sacan adelante con rebeldía, carácter, coraje. Hoy, la Lepra es un equipo totalmente vulnerable. Un punto sobre los 12 últimos juego y un pésimo promedio (0,884), lo ponen en zona de descenso directo. Riesgo total. Reacción inmediata. Urgente. Por esta razón, Martín Cicotello se mostró totalmente abatido tras el triunfo calamar. Lo que lo llevó a no presentarse a la conferencia de Prensa. Increíble, porque no es su estilo.
Como plus, se rompió el respeto con el público Azul. Y el hincha de Independiente se lo hizo sentir. Otra puñalada al corazón. Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia, se sentó en la sala de prensa y explicó la situación. Sobre la ausencia del DT, afirmó: “No se sentía bien”. Y luego, afirmó: “Quedó golpeado después del partido, como es lógico. Es un ser humano que sufre las derrotas como las sufrimos todos, por eso lo entendí y vine a la conferencia de prensa, pero no pasa nada. Cuando se sienta mejor, vamos a charlar”.
Las cartas están sobre la mesa. Martín Cicotello dejará de ser el DT de Independiente Rivadavia en las próximas horas. Y arrancó la danza de nombres. Sin embargo, desde el seno de la comisión directiva, nadie, absolutamente nadie, esbozó una palabra al respecto. El respeto hacia Martín Cicotello es total. El tomará la decisión.
¿Quién puede venir?
Un viejo conocido de la casa. El hombre que escribió el capítulo de oro más importante de la historia de Independiente Rivadavia: Alfredo Jesús Berti. El sueño de todo el mundo Leproso.