Lunes 10 de agosto. Mediodía. Fue minutos después de la primera práctica formal en Coquimbito, en el momento de su presentación oficial a través de la plataforma virtual de moda. Diego Martínez, el entrenador de Godoy Cruz, dio indicios de su idea de juego para el nuevo Tomba. “Más allá de que el sistema o el dibujo nos sirven para ordenarnos, para entender las estructuras, buscamos que aparezcan patrones o movimientos bien establecidos. Buscaremos ser un equipo intenso y agresivo que piense en el equipo rival, pero a la vez equilibrado, intentando tener el monopolio de la pelota pero que la tenencia sea eficaz. Tener gente bien ancha para poder partir al rival, el triángulo/rombo en la mitad de la cancha es muy importante. Lo que buscamos es conocer a los jugadores, sus relaciones y a partir de allí ir hacia un sistema o hacia otro”.
En esa frase, Diego Martínez explicó aspectos generales de su modelo de juego, donde la circulación de balón, la presión tras pérdida y la correcta ocupación de los espacios fueron evidentes en Estudiantes de Buenos Aires, donde utilizó como sistemas el 4-3-3, 4-3-1-2 , 3-4-1-2 y también hasta puso jugar algún que otro partido con línea de cinco en el fondo. Esta vez no profundizó en dibujos ni tampoco le puso nombres propios, claro está. Pero el “triangulo” será la base de un mediocampo en el que el peruano Cartagena sería el volante central de contención , Jalil Elías el interno por derecha y Martín Ojeda, por izquierda. En cuanto al “rombo” al que hizo mención, tiene que ver con el agregado de un volante más en ese sector para jugar claramente con enganche: Brunetta (hoy más afuera que adentro) y Bullaude asoman como los más aptos para cumplir la función. En defensa, en principio jugaría con línea de 4, pero también podría hacerlo con 3 (Silva, Goñi y Gonzálezlo practicaron en Estudiantes de Caseros). Y en ataque es donde más variantes posee.