La expresión de felicidad de Joaquín Sastre, tras el triunfazo del Lobo frente al puntero de la zona A, Almirante Brown, se dibubaba ampliamente en su rostro. El Contador fue el último hombre en salir del camarín de Gimnasia y Esgrima, tras la goleada frente a la Fragata. Fue la mejor exposición de fútbol en la era Sastre.
El Lobo venía de capa caída tras dos derrotas consecutivas y un empate (frente a Morón, como visitante, 2-2). En este último, el Lobo había tenido un gran primer tiempo pero en el complemento cayó su rendimiento y lo pagó con la igualdad sobre la hora. El resultado lo había eyectado de zona de clasificación al Reducido. Por fortuna, tras el 4-1 del lunes por la noche, volvió a puestos de privilegio.
Gimnasia no sólo jugó su mejor partido y expuso su mejor versión, sino que las alternativas que llegaron desde el banco aportaron soluciones y superaron toda expectativa.
“Fue el mejor partido; se nos dio todo: hicimos los goles y la expulsión de un rival nos favoreció. Eso, claro, también generó temor”, dijo.
-¿Por qué el temor?
- Porque hay que saber saber gestionar eso. Es algo que le dije a los chicos en el entretiempo; cuando tenes dos goles de ventaja y un jugador más, no se te tiene que volar la cabeza. Y eso nos pasó apenas inició el segundo tiempo, donde nos convirtieron.
- Pero se acomodaron...
-Pudimos sostener el resultado el tiempo que necesitamos y después, cuando ellos atacaron con más desesperación, aparecieron los espacios y pudimos ampliar la ventaja.
- Rodrigo Cáceres regresó después de 15 meses; Matías Nouet volvió al gol...
- Hay cosas que me emocionan mucho, como la vuelta de Cáceres. Nosotros somos un colectivo y Rodrigo es el jugador número 34 que nosotros utilizamos. Hacía más de un año que no competía y después de la lesión de Padilla, tomé la decisión de ponerlo desde el inicio y me alegra que haya jugado bien y todo el partido. También me alegra que Mati Nouet haya convertido. Son jugadores que se esfuerzan mucho, lo mismo para Agustín Herrera, que fue cuestionado cuando llegó. Me alegra ver resultados y que los jugadores son mejores.
- Hubo que esperar casi 27 fechas, para ver la mejor versión de Gimnasia...
- Internamente sabíamos de cierta desconfianza inclusive hacia a mí, incluso por la gran temporada que están haciendo Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú. Es como cuando ves el auto de tu vecino y no le das valor al que tenés. Nosotros no tenemos un jugador diez puntos, sino que necesitamos que todos jueguen de 6 para arriba.
- ¿Para qué está el Lobo?
- Es difícil sostenerse, porque nuestra zona es muy pareja. Ganás un partido y subís seis puesto; perdés uno y parece la muerte. Hace 4 fechas estábamos segundo y tres partidos después parecía la muerte. Estamos para competir. No nos sobra nada y tampoco nos falta, pero necesitamos de todos. Esta vez fue una muestra de eso: jugadores que venían sin continuidad, respondieron muy bien.
- Es un triunfo que motiva, al menos como se dio.
-Sí, porque veníamos dos derrotas y, más allá de que el empate con Morón, para mí fue bueno. Le dije a los jugadores que habíamos vuelto a competir bien algo que no habíamos hecho frente a Patronato y Güemes, pese a que nos empataron sobre la hora; perdimos dos puntos, pero ganamos otras cosas y, frente a Brown se ratificó eso.
-¿Necesitaban ser más contundente en los inicios de partidos?.
-Siempre la idea ha sido mejorar nuestro los comienzos de partidos. Por primera vez en todo el torneo, nos fuimos al entretiempo con dos goles a favor. Era algo que teníamos que mejorar; empezar a competir mejor los inicios de partido. Claro que, el rival, el escenario, partido televisado eran muchos los condicionantes, pero entre nosotros nos dijimos que: sobraban los motivos para jugar bien. Me sacó el sombrero por los jugadores.