Fabián Borro asegura que, con esta reforma del Estatuto, logró cumplir con FIBA y sus convicciones. Conforme con el contundente apoyo recibido por la dirigencia federativa, el presidente de la Confederación Argentina prefirió hacer hincapié en el proceso democrático de más de seis meses para llegar a este resultado.
-¿Cuáles son tus sensaciones luego de la aprobación de la reforma del Estatuto?
-Realmente estoy muy feliz por el fuerte respaldo de las Federaciones provinciales. Un apoyo casi unánime refleja dos cosas: una inmensa mayoría estuvo a favor de la reforma del Estatuto y la abstención y el voto negativo demuestran que quienes querían expresarse en contra pudieron hacerlo sin problemas y eso es muy bueno. Garantizamos el derecho a la disidencia, a través de un proceso de más de seis meses en el que hubo muchas instancias para opinar, debatir y, finalmente, votar.
-Es la primera reforma tras 24 años pese a que hace mucho que se venía hablando de la necesidad de realizarla. ¿Por qué se tardó tanto?
-El Estatuto es el fundacional, de 1929. Luego hubo tres reformas parciales, dos en dictadura y la otra en 1996, con Horacio Muratore de presidente. Después se realizaron dos más, integrales, que no fueron homologadas por el órgano de contralor. Y, por último, se realizó un intento en 2016 que no prosperó. Esta es la primera integral de la historia, algo que se necesitaba para adecuarnos a los nuevos tiempos y a un pedido expreso de FIBA desde que sancionó su modelo FIBA One.
-Hubo críticas y voces disidentes durante este proceso. Pero terminó aprobándose por amplia mayoría. ¿Cómo viste ambas instancias?
-Bueno, eso es una de las acciones positivas, el proceso deliberativo. Hubo mucha participación, en total se realizaron 55 reuniones explicativas, más las de las de Mesa Directiva y el Consejo Directivo. El Estatuto pasó por cuatro revisiones de FIBA, se les envió a todas las partes (Secretaría de Deportes, AdJ, SARCOTEBA y FIMBA) y, luego de subirse a nuestra página web, durante 15 días se recibieron observaciones y sugerencias para potenciar este proceso abierto y democrático del que hablamos. Yo las críticas las escucho, pero muchas veces uno se da cuenta que están interesadas en sacar o mantener un rédito personal. Con estos cambios se acaba la informalidad y a algunos la transparencia no les gusta. Hay un dirigente, por caso, que también era agente de jugadores, ahora deberá elegir a qué se dedica... Además, en general, las voces críticas eran pocas, las quisieron potenciar pero no tuvieron suerte. Por algo será que nuestra propuesta terminó 22 a 1. Algo de bueno debe tener este Estatuto, ¿no?
-¿Y qué tipo de Estatuto es? ¿Cuáles son los cambios sustanciales que más valorás?
-Un Estatuto moderno, de avanzada y ágil, que contempla muchos derechos constitucionales que son parte de esta nueva época que debemos abrazar, como la igualdad de género, los derechos de las niñas, los niños y adolescentes , la no discriminación, y el garantizar el derecho a la democracia y a la disidencia. Es un documento que reafirma el sentido federal (1 Federación, 1 representación) y amplía la soberanía popular con la premisa “un club, un voto”. También se crearán un Tribunal Arbitral para resolver controversias y otro de Derecho de Formación. Además se impone un esquema descentralizado de poder, en el que el presidente sólo tiene siete funciones exclusivas y el funcionamiento de CABB requiere la aprobación de la mayoría del Consejo Directivo. También se pone límite a las reelecciones indefinidas, en la entidad madre y en las federaciones (solo una reelección). No queremos que nadie se perpetúe en el poder.
-Varias de las reformas fueron exigidas por FIBA. ¿Qué pidió y cómo se adaptaron algunas a nuestro país e idiosincrasia?
-La Federación Internacional empezó a pedir, desde 2014, la adecuación de nuestro Estatuto al modelo FIBA ONE. Es una nueva gobernanza que empodera a la Federación Nacional y un marco participativo a la base del éxito de la estructura deportiva, los clubes de barrio y de pueblo. Ahora, con esta reforma, estamos insertos en nuestra FIBA y además seguros, garantizando nuestra participación en todas las competencias internacionales como Mundiales y Juegos Olímpicos. No podíamos mirar hacia otro lado ante esta necesidad exigida por FIBA.
-¿Qué les decís a aquellos que todavía no ven como positiva la reforma o a quienes se sorprenden por un resultado tan abultado en la votación?
-Que deben leer el estatuto y asesorarse con un buen letrado porque noté que alguna gente que opinó se basó en la posverdad, en lo que le dijeron, porque lo que criticaban, como que iba a desaparecer las asociaciones, nunca estuvo en proyecto de este nuevo Estatuto, entre otras cosas. Y luego, por último, les diría que no cancelen el diálogo, que hagan lo que hacemos nosotros, que escuchamos a todos, damos debate, explicamos y no tenemos doble estándar. Entre todos podemos hacer potenciar el básquet argentino.