Alberto “Cachi” Scarazzini es uno de los grandes referentes del automovilismo. Destacado director deportivo, se lo conoce por ser sumamente meticuloso con los reglamentos y por su personalidad en favor de los intereses de los equipos que representa.
Pero Scarazzini también fue piloto, claramente. Fue protagonista de una época dorada del automovilismo de monopostos. “El recuerdo es permanente. Viví una época con mucha intensidad. Estuve al nivel de Gustavo Sommi, Yoyo (Maldonado), Ángel (Guerra), Guillermo (Kissling)… Era un tipo de auto que te permitía ir muy rápido, con efecto suelo. Yo lo recuerdo con sumo placer...”, destacó.
Entre tantos pilotos de renombre, quiénes son los que más recuerda como rivales y a quienes destaca en su función de director deportivo, Cachi indicó: “A mis compañeros de pista los recuerdo muy bien. Había grandes nombres, como Yoyo, Ángel y Guillermo. Yoyo tenía una contundencia extraordinaria realmente. Pero si debo salir del molde, quien me sorprendió muchísimo fue Raul Boessel. Me encantaba ir con él. Era un martirio tenerlo atrás y también un placer ir detrás de él”.
Pero en su segunda etapa en el automovilismo, ya trabajando desde los boxes, también Scarazzini: “Estuve con Traverso, Guerra, Bessone, López, Gianini, Fontana, Ciarocchi, Chapur… Un montón de pilotos y fui un privilegiado por haber estado con ellos y tantos otros”.
Por supuesto que Cachi Scarazzini estuvo mucho tiempo a la par de Juan María Traverso, con quien vivió todo tipo de experiencias desde su rol de director deportivo: “Técnicamente podría discutirse, pero trabajar con Traverso fue una exigencia tremenda la que proponía. Marcó una tendencia que se cumplió con otros pilotos. Pero él fue el precursor a disponer personal técnico en un equipo. Fue el primero en reunir a un grupo importante, como con Oreste (Berta), con tremenda capacidad. Fue el pionero en cuanto a la organización de equipo. Traverso fue un precursor, me dio una gran experiencia”.
Sobre las famosas patadas a las puertas y todo aquello que rodeaba las reacciones de Traverso, como así también los extraordinarios logros deportivos, Scarazzini destacó: “A Traverso lo disfruté. Fueron 10 temporadas. No se puede padecer 10 temporadas. Él decía que yo corría para no volver y que el negocio era correr para volver. Lo entendí tarde. Trabajar con él fue un nivel de exigencia alto y todos los que estábamos con él lo asumíamos. El volcaba toda su sabiduría”.
Al destacar sus tiempos de piloto, Cachi explicó que le hubiera sido muy útil contar con un director deportivo, que sus épocas no se utilizaban: “Seguro que hubiera necesitado tener un Cachi Scarazzini cuando era piloto. Como también hubiese necesitado un ingeniero de pista. Hubiera ayudado mucho y hubiésemos crecido mucho más. Seguramente hubiese logrado muchos muy buenos resultados. Yo era muy rápido porque me salía naturalmente, pero dejaba de lado la evolución del auto. El límite el auto siempre te lo cobra y sobreviene el error y la vehemencia. Por eso corría para no volver”.
Sobre el regreso del automovilismo, Scarazzini imaginó: “Nosotros para tres autos en el Súper TC2000 trasladamos 20 personas. Seguramente en el inicio será la mitad. Algunos trabajarán a distancia. Claramente que el automovilismo será distinto en su regreso. Y para los pilotos también habrá ciertas dificultades, hasta que se adapten a los autos después de tanto tiempo de inactividad. Ojalá eso permita lindos espectáuclos si hay mayor grado de error”.