El Superclásico entre River y Boca por los octavos de final de la Copa Argentina tuvo pocas jugadas polémicas, pero la más clara fue la que protagonizó Marcos Rojo ante Julián Álvarez y que mereció algo más que la tarjeta amarilla que mostró Patricio Loustau.
Es que el defensor xeneize elevó su pierna para despejar el balón, pero cuando la bajó dio por completo en la espalda del delantero millonario.
Evidentemente para el árbitro del partido no fue tan grave, ya que sólo le mostró la tarjeta amarilla. Igualmente, minutos más tarde el mismo Rojo tuvo un cruce sin pelota con Nicolás De La Cruz que podría haber valido una nueva amonestación y, por consecuencia, la expulsión.