Como la memoria es una capacidad selectiva, esa huella permanecerá imborrable en el corazón y la mente de los hinchas de San Martín. El 1-0 en San Rafael con el gol del Colo Bertolini, la fiesta en la caravana de regreso al departamento y mil y una historias que se propagarán de generación en generación. Hace 23 años, el León daba el gran zarpazo a la B Nacional, un logro que hoy se potencia exponencialmente por la actualidad de una institución que merece más de lo que tiene. ¿Qué fue de la vida del héroe de aquella tarde inolvidable del 5 de julio de 1997? Vive en Villa Mercedes, San Luis y trabaja en una empresa aceitera. “Hace unos años, estuve trabajando con Claudio Del Bosco, que fue DT de Jorge Newbery en el Federal B durante dos años”, cuenta el Colorado Bertolini.
-¿Ascendiste con Independiente Rivadavia también?
-Digamos que estuve en el plantel. En realidad en ese equipo empecé jugando porque ese equipo lo armó Alberto Garro, después se fue y vino Pablo Comelles. En esa época el Argentino A empezaba en noviembre, después estaba el parate para las fiestas y se jugaba toda la segunda parte hasta junio. Alcancé a jugar un par de partidos y en diciembre me fui porque me llegó una oferta de Juventud de San Luis, que por una movida del gobernador Alberto Rodríguez Saa, armó un equipo con todos los puntanos que estábamos afuera. Era un equipazo. Estaban el ‘Tano’ Giménez, el ‘Negro’ Saccone, el ‘Perro’ Di Marco, el ‘Gringo’ Riquelme.
Después tengo otro ascenso más con San Martín de San Juan en 1995. Ahí participé mucho y también con Pablo Comelles como DT. Era un equipazo. Jugaban Bernabé, Magistretti, Yanzón, Antuña, Roly Rodríguez, Dillon… En el Nacional B estuve 6 meses y me fui porque no jugaba. Me habló la Vaca Tamagnone para Huracán de San Rafael que armó un equipo muy bueno e hicimos una campaña bárbara hasta que se pelearon los dirigentes y nos terminamos yendo todos. En ese equipo jugaban Manuel Villalobos, ‘Chino’ Vargas, los hermanos Carrizo. También era un equipazo. Después de Huracán fui a San Martín. Estaba Sergio Vázquez de presidente y ese equipo lo empezó dirigiendo Carlos Bartolucci, que renunció en la segunda fecha y vino Alberto Garro, quien gestó todo esto.
-Alberto Garro ascendió a dos equipos mendocinos al Nacional B (Godoy Cruz y San Martín) y todavía nadie lo superó. ¿Qué tenía?
-Alberto (Garro) te daba mucha confianza, era muy simple, serio, secote y directo. Era muy inteligente para plantear los partidos. El Cura Vergara era su complemento perfecto porque estaba más cerca del jugador. Ese San Martín no era brillante ni mucho menos, pero sabíamos lo que queríamos adentro de la cancha. Ese plantel se armó como se pudo porque no había el dinero de otras temporadas, pero había hombres de mucha experiencia y una camada de pibes muy buenos. Corrales era una arquero bárbaro, Magistretti y Giménez era la dupla central, había dos jugadores que estaban sobre el final de su carrera pero que eran dos cracks como el ‘Vikingo’ Maladot y ‘Dani’ Miranda. ‘Agüerito’ explotó y la rompió toda. El ‘Negro’ Morán era un obrero de aquellos. El Panza Videla era otro crack. Éramos un equipo de mameluco.
-¿Te acordás cómo se paraba tácticamente ese San Martín?
-Por lo general, de local y con la necesidad de ganar, Alberto Garro arriesgaba un poco más. En el medio jugábamos Videla, yo y Agüero o el ‘Negrito’ Gautier. Daniel Miranda era el enganche y arriba jugaban Morán y Maladot o Agüero. De visitante nos cuidábamos un poco más y no perdíamos casi nunca. Sacaba a Miranda o Maladot y ponía un volante más de marca. En defensa jugaban ‘Roly’ Sosa, Magistretti, Giménez y Javier Michelini o Gustavito Camus, un pibe que tenía una gran dinámica para la época. Era un equipo corto, siempre bien parado y simple. Fuimos de menor a mayor. La verdad que muy pocos creían que ese equipo de San Martín iba a llegar tan lejos y a conquistar el ascenso.
-¿El valor agregado fue ganarle la pulseada a Independiente Rivadavia en la última fecha?
-¡Sí! Fue un mano a mano impresionante hasta la última fecha contra una Lepra que tenía un equipazo. En ese campeonato íbamos pasando fases y llegamos al último partido con un punto más que ellos. Dependíamos de nosotros: ganamos y ellos también, pero ascendimos nosotros.
-¿Recordás lo que fueron San Rafael y San Martín esa tarde-noche?
-Lo de la gente fue impresionante. Nosotros tenemos un grupo de WhatsApp con los integrantes de ese plantel y compartieron un video de aquella época y la cantidad de gente que fue; realmente emocionante. Huracán le dio casi toda la cancha. Jamás me voy a olvidar la caravana de regreso a San Martín. Es inolvidable.
-¿Qué recordás del partido?
-El partido no fue bueno porque ellos no tenían nada que perder y nosotros teníamos que ganar sí o sí. El objetivo en esa final era la esencia de este equipo, que pasaba por tratar de defendernos bien, lastimar cuando se pudiera y conservar la ventaja.
-¿Cómo fue tu gol?
-Fue una pelota parada de derecha a izquierda en la que Gustavo Agüero tiró un centro de esos rasantes y bien picantes. Como yo siempre iba al segundo palo, la pelota cayó fuerte en el punto del penal, creo que a mi marca le hicieron una cortina y se cayó, quedé solo y la pelota me quedó justo, alcancé a poner el pie y la empujé. No fue un gol lindo ni mucho menos, pero sirvió para el ascenso.
-¿Fue el gol más importante de tu carrera?
-Sin dudas. fue el gol más importante de mi carrera porque va a quedar para la historia. Todos los años, el 5 de julio me llaman dos o tres radios de San Martín y los atiendo con mucha satisfacción porque a mí, que estoy alejado del fútbol, me hace bien revivir esos momentos que fueron únicos e inolvidables. Me tocó hacer ese gol a mí y siempre le agradezco a Dios por el reconocimiento.
-¿Te sentís un héroe?
-No diría esa palabra porque en San Martín han jugado cada jugadores que yo no voy a estar nunca a la altura. Participar de ese grupo fue maravilloso. Cada vez que voy a San Martín me hacen sentir ese gran cariño.
-Hace tres años hubo un festejo a lo grande en San Martín. ¿El grupo volvió a juntarse después?
-En la medida que hemos podido nos hemos juntado. Ese agasajo cuando se cumplieron 20 años del ascenso fue muy bueno. Hubo 500 personas en un salón y estuvimos todos. Creo que el único que faltó esa noche fue Cristian Corrales porque no pudo viajar desde Jujuy. Mucho tuvo que ver el Negro Morán, quien se puso la organización en el hombro y nos convocó a todos. Un capo el Negro.
-¿Qué te produce que un club grande como San Martín lleve tantas temporadas en el Federal B?
-No lo puedo creer. Por historia, convocatoria e infraestructura, San Martín es un grande del fútbol mendocino y del interior del país, y mínimamente debería estar jugando en el Nacional B. Pero esas son las cosas que tiene el fútbol. En todos estos años he estado un poco lejos del día a día del club, pero sé que hubo muchos intentos por volver a estar en lo más alto y le ha costado mucho. Ahí te das cuenta lo que cuesta conseguir un ascenso y después mantenerse. Eso es algo que han hecho bien Godoy Cruz en Primera e Independiente, que lleva más de diez años en el Nacional B. Gimnasia lo está haciendo ahora después de haber descendido. Estoy convencido de que a San Martín no le queda otra que seguir insistiendo.
-Además de San Martín, acá en Mendoza jugaste en Luján, Godoy Cruz e Independiente. ¿Con cuál de esos clubes te identificás más?
-Con Luján Sport Club. La pasé muy bien en lo humano y me trataron muy bien. Además, mi hijo más grande nació en Luján y todavía tengo amigos ahí como el ‘Gallego’ Ruiz, que me llevó al club, Claudio Del Bosco y Javier Michelini. Igual, cuando voy a Mendoza también paso por San Martín a saludar a amigos como el ‘Cañi’ Luque.
SU PERFIL
Marcelo Walter Bertolini
Fecha y lugar de nacimiento: 1 de setiembre de 1969, en Villa Mercedes (San Luis).
Edad: 50 años.
Familia: Su esposa Marcela y sus hijos Franco, Micaela y Facundo.
Trayectoria como futbolista: Inferiores y Reserva de Estudiantes de La Plata, Jorge Newbery de Villa Mercedes, Luján Sport Club, Godoy Cruz, San Martín de San Juan, Huracán de San Rafael, Atlético Club San Martín, Independiente Rivadavia y Juventud Unida de San Luis.