El futbolista Lionel Messi salió este lunes por la noche a cenar a la parrilla Don Julio, ubicada en el barrio porteño de Palermo. Como era de esperarse, su presencia revolucionó la zona: una multitud se agolpó -y desesperó- para verlo, generando escenas que demuestran por qué el capitán de la Selección Argentina es lo más cercano a Dios en la Tierra.
El famoso restaurante, ubicado en Guatemala y Gurruchaga, fue escenario de miles de fanáticos del crack rosarino que buscaban llevarse su “momento”.
Enterados de la presencia de Messi, los hinchas se agolparon en el lugar en busca de mostrar su afecto. Vitorearon su nombre, cantaron el hit mundialista “Muchachos” hasta el hartazgo y llenaron las memorias de sus teléfonos con fotos y videos, ya sea con el 10 comiendo -a través del vidrio- o en el instante de la caótica salida.
Ante el descontrol popular, Messi tuvo que ser escoltado por agentes de la Policía cuando se fue de la parrilla a bordo de una camioneta. Así, el jugador ahora se prepara para el amistoso que la Scaloneta disputará frente a Panamá, el próximo jueves a las 21 en el estadio Más Monumental.
Messi arribó este lunes a la mañana a Argentina junto a su esposa Antonela Roccuzzo y sus hijos Ciro, Thiago y Mateo. A diferencia de otras ocasiones, el ídolo viajó solamente con su familia: ningún integrante de la convocatoria compartió avión con él.
