Chau mufa. Adiós racha negativa. Independiente Rivadavia volvió al triunfo y fue contra Nueva Chicago en la república de Mataderos. El conjunto de Marcelo Straccia tuvo un cambio de actitud admirable, adelantó sus línes, buscó el balón y dio vuelta una historia que había arrancado muy complicada.
El primer capítulo fue un bostezo. Independiente no pisó el área rival, no hizo dos pases seguidos y en la primera jugada del partido, el Torito se puso en ventaja tras un grave error de Rébola. Matos recibió sólo y fusiló a Aracena. El gol lo dejó nocaut al Azul del Parque. No tuvo ni respuestas físicas, anímicas ni futbolísticas.
En el segundo tiempo, otra fue la historia. Sin margen de error, el Azul adelantó sus líneas. Generó una cierta amistad con el fútbol, tuvo dominio, control y comenzó a inquietar al conjunto local. El empate llegó a través de un tanto de Matías Viguet. ¡Golazo! desde afuera del área.
A partir de ese momento, el juego se hizo de ida y vuelta. Palo por palo. Golpe por golpe. Chicago tuvo tres chances para quebrar la paridad, pero apareció el Pity Aracena de manera magistral. Sobre el final, pelota parada, cabezazo al corazón del áreay Amieva la empujó en la línea, cómo hacen los goleadores con olfato.
La Lepra ganó de forma agónica, sumó su primer triunfo en el certamen y ahora ganó un poco de oxígeno.