Diego Maradona fue una persona acostumbrada a vivir entre lujos. Su época de mayor popularidad la tuvo luego de conseguir el Mundial con Argentina en México 1986. En ese momento, Diego le pidió a Guillermo Coppola, representante en ese tiempo, una Ferrari de color negro. A pesar de su excesivo valor (430 mil dólares), Corrado Ferlaino, presidente del Nápoli de ese entonces, la pagó en su totalidad.
“Yo hice que Corrado Ferlaino pagara la Ferrari que le conseguí a Maradona y que para esa época era impensado tener. Valía 430.000 dólares. Le pasé el doble del gasto y le agregué 130.000 de la pintura. Ferlaino terminó aceptando porque le prometí que iba a recuperar su dinero con un amistoso. Nos subimos los dos y (Maradona) empezó a mirar para todos lados. Le digo ‘¿qué pasa?’. ‘¿Y el estéreo?’, pregunta Diego’. Le digo ‘¿cómo el estéreo? No tiene estéreo… Es un auto de carrera, no tiene estéreo, no tiene aire acondicionado, no tiene nada’. Y me dice ‘bueno, entonces que se la metan en el cul...´. Ferlaino no lo podía creer...”, contó Coppola en TyC Sports
Sin embargo, la usó durante un tiempo. La Ferrari negra de Maradona fue la segunda que la escudería hizo en el mundo, ya que por ese entonces los vehículos de la marca sólo eran rojos y la primera había sido para el actor Sylvester Stallone. Cuando volvió a Argentina, tuvo que desprenderse de ella porque los impuestos para ingresar el auto eran demasiado elevados.