En el combate revancha, la doble campeona mundial Débora Dionicius volvió a imponerse a la ex múltiple monarca Marcela “La Tigresa” Acuña, en las tarjetas, en fallo unánime, tras diez asaltos. De esta manera, la entrerriana conquistó el título mundial supergallo interino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en una velada que se desarrolló en el Club Atlético Sarmiento, de Resistencia, Chaco.
La Gurisa Dionicius dominó el combate siempre, más allá de que en algunos pasajes resultó cambiante. Los jurados fallaron 97-93 en dos tarjetas, mientras que la restante le dio el éxito a La Gurisa Dionicius, por 95-94.
La pelea fue dominada por la púgil nacida en Villaguay, quien volvió a superar a Acuña tal como lo había hecho el año pasado en el mítico Luna Park.
La boxeadora entrerriana, de 34 años y 53,600 kg, consiguió la victoria exhibiendo un rendimiento que fue de mayor a menor, donde Dionicius hizo pesar su mayor movilidad de piernas y su constante jabs de izquierda sobre el rostro de su oponente y una mejor determinación para colocar golpes al cuerpo de la formoseña.
Acuña, de 46 años, que registró en la balanza, 54,800 kg, recién pudo mostrarse en la segunda parte de la pelea, cuando empezaba la séptima vuelta, en las que logró conectar algunos buenos golpes en la corta distancia. La Tigresa dominó el séptimo y octavo rounds, donde encontró a su rival con la guardia baja y con cierto desgaste físico realizado a esa altura del combate.
La Gurisa recuperó el protagonismo en los dos últimos asaltos y terminó haciendo gala de su velocidad, combinando ráfagas de tres o más golpes que impactaron en la humanidad de la ya legendaria Tigresa Acuña.
Con este triunfo y esta tercera corona mundial, Dionicius, elevó su palmarés a 35 triunfos (6 por nocauts) y 4 derrotas. Acuña quedó con una de de 51 triunfos (20 por nocauts.), 9 derrotas y 2 empates.