En tiempos de pandemia los equipos del fútbol argentino decidieron ser austeros a la hora de reforzar sus planteles, sobre todo los clubes del ascenso.
Pero parece que Independiente Rivadavia es una excepción. Es que con la llegada de Diego Cardozo, la Lepra llegaría a los once refuerzos, un número impensado hace un año atrás.
Cardozo, que jugó 89 partidos y marcó 22 goles en Independiente, deberá sumarse cuando se autoricen el arranque de los entrenamientos. Con este nombre la nueva dirigencia, encabezada por Carlos Castro, confirma uno de los mejores mercados de los últimos años, ya que también hay que sumar a Carlos “Pipi” Araujo, Mauricio Sperdutti y el regreso de Daniel Imperiale, tres nombres que rompieron el mercado.
Otro jugador que llegará junto a Cardozo es Félix Banega, volante de 23 años que surgió de Rosario Central y que viene de jugar en Deportes Colina de la Segunda División de Chile.
En pocas palabras, la Lepra se arma para pelear por un lugar en Primera División y eso llegó de la mano del cambio de dirigencia y del aporte externo de dinero. Este grupo inversor, que sugirió a Marcelo Straccia como entrenador, busca poner de pie a un Independiente que hace un par de temporadas que viene de rodillas.
A estos cuatro nombres (Cardozo, Araujo, Sperduti e Imperiale) hay que sumar a Santiago Tallarico, Damián Cebreiro, Paolo Impini, Leonel Ferroni, Sebastián Navarro, Juan Martín Amieva y Tomás Zavaglia que también acordaron ponerse la azul.
Pero con estos nombres no se cerraría el libro de pases leproso, ya que buscan repatriar a dos jugadores queridos por los hinchas: Mauricio Asenjo y Alejandro Rébola, quienes están en negociaciones.
De esta manera Independiente comienza a transitar un camino que ilusiona a los hinchas leprosos y que buscará poner a la Lepra en lo más alto del fútbol argentino.
