Juan Martín Del Potro habló sin tapujos sobre el duro momento que atraviesa a raíz de las lesiones en su rodilla, que le impiden hacer vida normal sin sentir dolores. En la previa del partido exhibición ante Novak Djokovic, que se hará el 1 de diciembre en Parque Roca, confesó que se operó en secreto para intentar volver a jugar.
En un crudo video que compartió en su cuenta de Instagram, Del Potro comenzó contando su padecimiento: “Cuando yo juego el último partido con Delbonis, la gente esto no lo supo. Yo nunca lo conté. Al día siguiente me tomé un avión a Suiza y me volví a operar la rodilla. Esa fue mi quinta cirugía. A partir de ahí, nunca más hice públicas mis cirugías. Estuve como dos meses encerrado en un pueblo cerca de Basilea. Me operaron, rehabilitación y no funcionó”.
Luego, agregó: “A los dos meses y medio me dicen ‘nos quedó otra cosita, te vamos a volver a operar’... La sexta. Después de ahí me fui para Estados Unidos. Seguí rehabilitando y entre cirugía y cirugía probaba tratamientos. No sé, debo tener más de 100 inyecciones en la pierna y en la cadera y en la espalda. Me infiltraron, me sacaron, me analizaron, me quemaron nervios, me bloquearon tendones. O sea, un sufrimiento a diario, que de hecho lo tengo”.
El dolor, que se hizo crónico, no sólo lo afecta dentro del campo, sino también en su vida diaria: “Hasta el día de hoy nunca más pude subir una escalera sin dolor. He hecho un viaje a Tandil que hago a diario de cuatro horas y tengo que frenar en Las Flores, que está a mitad de camino y pararme a estirar las piernas. Me duele muchas veces para dormir. Cuando me giro de lado me despierto porque me pegan unos pinchazos que son muy feos y la verdad que si bien viene siendo como una pesadilla sin final, a diario sigo insistiendo en buscar solución y buscando médicos y alternativas y todavía no la encuentro”, expresó con visible emoción.
“Yo era un tipo muy activo que le gustaba mucho hacer deporte, no solo jugar al tenis y de repente me invitan a jugar al fútbol y soy el que lleva el mate y se sienta afuera o van a jugar al pádel y hago los videitos y para mí es terrible. Además, desde lo deportivo me quitaron la ilusión de hacer lo que siempre me gustó hacer, que era jugar al tenis. Y no sé, es muy difícil ya. Tener que caretear todo 24 horas, es muy complicado”, confesó, para luego agregar que está cansado: “Hay veces que no tengo más ganas y no soy indestructible. Muchas veces tengo que poner buena cara en determinadas situaciones y a veces no tengo más energía. A mí me consume mucho lo de la pierna, me consume anímicamente todo”.
Lo más duro para Del Potro es el sufrimiento diario, y la cantidad de medicamentos que toma. “Padezco el día a día. Yo me levanto y tomo entre seis y ocho pastillas, entre un protector gástrico, un analgésico o una para la inflamación, uno para la ansiedad”, enumeró.
Finalmente, expresó que actualmente se encuentra en la dicotomía de operarse una vez más, y ponerse una prótesis, o estirar la situación: “Tengo otra gran pelea con médicos, que es ‘ponete una prótesis y deja de joder’. Y yo muchas veces digo ‘Bueno, dale. ¿Qué me garantiza la prótesis? vas a tener calidad de vida’. Bueno, perfecto. Es lo que yo busco. Yo ya no busco más correr o jugar al tenis o jugar un partido con mis amigos. Pero después viene el otro y dice ‘No, no le hagas caso porque sos muy joven para la prótesis’”.