Silvio Romero fue, sin lugar a dudas, uno de los protagonistas más importantes del actual mercado de pases del fútbol argentino. Es que el delantero fue pretendido Boca y estuvo en el centro de las negociaciones que protagonizaron el club dela Ribera y el Rojo, hasta que finalmente le comunicó Juan Román Riquelme, quien está a cargo del Consejo de Fútbol xeneize, su decisión de quedarse en Avellaneda.
“Intercambiamos mensaje con Riquelme cuando no se dio todo, por una cuestión de respeto. Ellos se manejaron muy respetuosamente tanto conmigo como con mi agente, así que le agradecí y le comenté cuales era mis intenciones. Todo muy cordial y muy respetuoso”, contó el atacante en diálogo con Líbero.
Además, aprovechó para dejar en claro que la decisión de no continuar su carrera en otro club fue exclusivamente suya y que no tuvo ningún tipo de presión. “En lo deportivo tuve la libertad para decidir a dónde quería jugar. Sí tuve llamadas importantes o conversaciones importantes con Burruchaga, que también me manifestó su punto de vista, su parecer y su sentir, y eso a la hora de tomar una decisión fue importante”, detalló el futbolista de 32 años, quien también añadió: “Siempre me mantuve al margen de la negociación con Boca y traté de que los clubes llegaran a un acuerdo entre ellos”.
A pesar de su decisión final, Romero confesó que llegó a dudar sobre su continuidad en el Rojo. “Hubo momentos que sentí que dejaba Independiente, aunque no tuvo que ver con las negociaciones con Boca, sino con todo el desgaste del que veníamos cuando arrancó la cuarentena, con todo lo que pasó con el tema económico, con las cartas documento y todo”, reveló.
Y agregó: “Sabíamos que no iba a ser sencillo continuar. Por suerte, después tuvimos unas charlas de sinceramiento con la gente que esta en el día a día en el club. Nos dijimos las cosas que pensamos, lo bueno y lo malo de cada parte y eso también fue un quiebre para bien. Hizo que barajemos otra vez la posibilidad de seguir”.