Alejandro Sabella, fallecido a los 66 años, fue uno de los grandes técnicos que tuvo el fútbol argentino en el siglo y una de sus obras cumbres, a pesar de no haber podido conquistar la victoria, la hizo al haber puesto en jaque al mítico Barcelona de Pep Guardiola, considerado entre los mejores de todos los tiempos.
Con Estudiantes, el campeón de América en 2009, alcanzó la final del Mundial de Clubes en Emiratos Árabes y se encontró con tamaño rival, impulsado por un juego magnífico con talentos de la talla de Lionel Messi, Thierry Henry, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Zlatan Ibrahimovic y una lista que podría seguir.
El 19 de diciembre de 2009, en el Estadio Sheikh Zayed de Abu Dhabi y ante 43 mil almas, Mauro Boselli convirtió de cabeza un 1-0 que sorprendía al planeta. Después, Pedro logró el empate tras un rebote desafortunado a falta de 60 segundos para el final y, a los 20′ del alargue, Messi sentenció la historia con el pecho.
A pesar de la derrota, el Pincha de Sabella quedó en el recuerdo del hincha argentino porque logró neutralizar a un conjunto que parecía no tener fisuras. Tiempo después, tiza y pizarrón de por medio, lo explicó en una charla de siete minutos de puro aprendizaje para cualquier futbolero.
El mundo reconoció ese rendimiento. Un tal Messi, por ejemplo, lo definió sin titubeos. “Ese día a Estudiantes le ganamos de pedo, hizo un partido extraordinario. Decían que le íbamos a hacer tres goles y no le podíamos generar ni una situación”, recordó.