La autopsia de Diego Maradona reveló que el corazón del astro futbolístico pesaba el doble de uno normal. Mañana será analizado junto a la orina y la sangre en distintos laboratorios como parte de los peritajes complementarios solicitados por los médicos forenses que hicieron la necropsia, informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de los estudios toxicológicos, mediante los cuales se buscará determinar si Maradona tenía rastros de haber consumido alcohol, drogas o alguna otra sustancia en las horas previas a su muerte, y de los histopatológicos, que son aquellos que estudian en forma microscópica los órganos y tejidos.
Fuentes judiciales y vinculadas a la investigación indicaron que anoche se terminó de definir que no todos los estudios se hagan en un mismo sitio.
El corazón de Maradona, que fue extraído en forma completa y que, de acuerdo a los que observaron los médicos forenses que practicaron la autopsia, padecía de una “miocardiopatía dilatada” y pesaba más de 500 gramos, cerca del doble que uno normal.
Uno de los puntos que solicitaron los profesionales es analizar el “sistema de conducción” cardíaco, es decir, las estructuras desde donde se produce y se transmite el estímulo eléctrico que permite la contracción del corazón.
También serán analizados en los estudios histopatológicos lo que se denomina el “pool de vísceras” (muestras de una serie de órganos para ver si hay enfermedades o lesiones) y las meninges, es decir, las membranas que recubren el cerebro.
En ese laboratorio, también mañana comenzarán a ser analizadas para los estudios toxicológicos las muestras de orina, sangre y los hisopados nasales que se tomaron en la autopsia.
El otro laboratorio que por decisión de los fiscales también trabajará a partir de mañana en el análisis de otras muestras para estudios toxicológicos será el del Cuerpo Médico Forense (CMF) que depende de la Corte Suprema Justicia de la Nación.
Según las conclusiones de estos forenses, Maradona murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.