Este miércoles Julián Álvarez regresó a su pueblo natal en Córdoba y fue recibido por una alegre caravana. El futbolista del Manchester City viene de consagrarse campeón mundial con la Selección Argentina.
En Calchín, un pueblo de 3.000 habitantes al Este de Córdoba, lo esperaba con un autobomba para empezar el recorrido. Al final del trayecto, el joven de 22 años, fue declarado Ciudadano Ilustre, según lo anunció el intendente, Claudio Gorgerino.
Además, le entregaron las llaves de la ciudad. En la caravana para el delantero del Manchester City, que fue una de las revelaciones del Mundial donde anotó cuatro goles, participaron los vecinos que lo vieron crecer y dar sus primeros pasos en el fútbol.
Al final de trayecto Julián se metió rápidamente en el vestuario de la cancha de Calchín y diez minutos más tarde, salió al campo de juego y chocó las manos de los chicos de las inferiores del club. Álvarez dio la vuelta olímpica con la medalla y una réplica de la Copa del Mundo en Qatar.
Alrededor de las 20 subió a un pequeño escenario donde dio un discurso. “Es difícil hablar en un momento así, es la alegría más grande que tenemos los argentinos. Voy a decir lo que me salga del corazón”, dijo.
“Estoy agradecido de por vida, desde el primer día con la gente de Calchín. Cada día nos sentimos más orgullosos de ser argentinos. Haber cumplido un sueño para mi familia y mi país, es difícil ponerlo en palabras”, agregó.
La celebración terminó con un recital de Los Caligaris, una de las bandas preferidas de Julián, con quienes llegó a compartir un escenario en Tecnópolis.