La atleta española Elena Congost sufrió un duro revés instantes después de la finalización del maratón en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Congost, quien había llegado tercera en la categoría T12, fue descalificada por un insólito motivo.
A dos metros de completar los 42,195 kilómetros de la prueba que ganó la marroquí Fatima Ezzahra El Idrissi, la española soltó por unos instantes la cuerda que la unía a su guía. El acompañante de la deportista sufrió calambres en el tramo final de la carrera y, en el esfuerzo por mantenerse de pie, se separaron. Sin embargo, la falla duró segundos e incluso, no se aprecia con claridad en las imágenes de la transmisión.
Sin embargo, lo que parece imperceptible para los ojos de los espectadores, no lo fue para los comisarios de la prueba, quienes al notar que la deportista había roto las reglas, decidieron sancionarla. “Estoy destrozada porque tenía la medalla. También súper orgullosa de todo lo que he hecho, aunque al final me descalifican porque a diez metros de meta dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de boca al suelo y vuelvo a agarrar la cuerda y entramos a meta”, declaró la atleta catalana.
En la misma línea, realó: “La siguiente aleta viene a tres minutos de mí, o sea, que ha sido un acto reflejo de cualquier humano, el de aguantar a una persona que a tu lado se está cayendo. Cuando no hay ningún tipo de ayuda, ningún tipo de beneficio y cuando se ve claramente que yo me paro en seco, por esa situación”.
Además, ya resignada, Congost, quien cruzó la meta con un tiempo de 3:00.48, sentenció: “Solo dicen que he soltado la cuerda un segundo y como la he soltado pues ya está, no hay vuelta atrás. No entiendo que nadie pueda razonar ni entender la situación, que no es por hacer trampa ni para arrastrar a un atleta como se ha dado en la pista”.
“Después de eso, por dejar ir la cuerda un segundo, me descalifican. Para que una persona no se caiga al suelo me pase esto y me quede sin nada no me parece bien. No le encuentro explicación alguna. Me parece injusto y surrealista. Es triste porque además venía de estar sin beca y era uno de mis objetivos”, agregó. Y sumó: “También me gustaría que todo el mundo sepa que no me han descalificado por hacer trampa, sino que me han descalificado por ser persona y por un instinto que te sale cuando alguien se está cayendo, que es ayudar y aguantarlo”.
Esta era la quinta participación en unos Juegos Paralímpicos de Elena Congost, quien no competía desde Río de Janeiro 2016, cuando decidió ponerle un freno a su carrera para ser madre.