Joaquín Sastre está feliz. El novato, pero moderno y metódico entrenador de Gimnasia demostró estar a la altura de las circunstancias: metió al Lobo en el Reducido por el segundo ascenso y calló varias voces de hinchas que lo cuestionaban. Ahora, el Mensana enfrentará a Quilmes, en el Centenario, en el cruce por los octavos de final del Reducido, donde el Lobo deberá ganar porque el Cervecero terminó mejor posicionado.
“Cumplimos el objetivo de mínima, que era entrar al Reducido, sabiendo que llegamos a la última fecha no dependiendo de nosotros. Partiendo de la premisa de ganar, primero, y convertir varios goles después, sabíamos que íbamos a tener posibilidades de pasar a más equipos, no solamente a Defensores de Belgrano que era el que estaba con el mismo puntaje que nosotros. Por suerte se terminó dando”, confesó el entrenador del Mensana.
Si bien todavía no está confirmado, es casi un hecho que los cuartos de final del Reducido comenzarán el fin de semana del 28 de octubre, con horarios y días todavía por definir. El próximo finde que viene no habrá fútbol por las elecciones nacional.
El proximo rival. “A partir de mañana (por ayer) empezaremos a consumir y analizar a Quilmes que es un partido especial o diferente porque sabes que no hay mañana, es tu a tu o playoff. Entonces, iremos con nuestros recursos y herramientas a hacer un buen partido y ojalá que podamos seguir avanzando”, confesó Sastre.
El torneo de los otros mendocinos. “Tanto Independiente como Maipú tuvieron más regularidad a lo largo del torneo y eso los posicionó y los distanció mucho en la tabla y permanecieron en Reducido prácticamente todo el torneo. Nosotros, con altibajos en rendimiento, siempre estuvimos compitiendo por cosas importantes y creo que eso valoriza mucho la plaza de Mendoza”.
Un curso acelerado. ”Confío en mis recursos pero bueno también sabés que en esta bendita profesión por ahí hay muchas cosas que no se pueden controlar. También es mi primera experiencia aprendiendo, compitiendo que no es fácil, pero la verdad que terminó el partido y me emocioné porque es muchísimo lo que estoy viviendo. Si bien uno soñaba con llegar a dirigir un equipo como Gimnasia o de Primera Nacional, la realidad es que no esperaba que fuera tan pronto. Se terminó dando así y seguramente no caigo del todo todavía porque la dinámica del día a día te lleva puesto, pero es muy valioso el proceso que hemos hecho a lo largo del año”.
Se destaparon los delanteros. “Gracias a Dios se nos abrió el arco y se les abrió a varios jugadores. Es una alegría que Agus Herrera, que Nico Romano, que Mati Nouet, que, bueno, mismo Rodri Castro hicieron goles, Santi (López), que son los que por ahí han hecho goles durante todo el torneo. Por suerte les tocó anotar a todos, así que me pone muy contento”.
De menor a mayor. “Es una alegría inmensa porque somos y fuimos un equipo que sembraba alguna duda y nosotros nunca dudamos, pero sabemos que la gente siempre se cuestionó mucho y yo les decía que nosotros lo único que podemos garantizar es humildad, trabajo y una enorme alegría poder llevar a Gimnasia al objetivo que teníamos de inicio, que era clasificar al Reducido. Nos costó mucho, seguramente lamentamos algunos puntos que hemos perdido, pero hoy nos posicionan en el lugar donde queríamos estar y ahora obviamente estamos en el baile, queremos bailar y queremos ir por más”.
Su confianza en el plantel. “Nunca dudé porque primero que es un plantel joven con muchos jugadores que están haciendo sus primeras armas en la categoría o con jugadores del club que por ahí no tenían la continuidad, como es el caso del Nico. Lo único que podía garantizar era trabajar y hacer que los jugadores sean mejores, que es parte de mi función como entrenador. En buena hora que se haya dado una cosa con la otra, que hayan acompañado los resultados”.
La solidez defensiva. “Creo que una de las bases que nos permite estar en el Reducido, fue haber sostenido el arco en cero por segunda vez consecutiva, después de que en seis fechas nos hicieron 15 goles, más de la mitad del torneo”.