Joaquín Sastre, es el entrenador que conducirá la versión 2023 de Gimnasia y Esgrima, en la Primera Nacional. Este cordobés, de 35 años y nacido en Villa Dolores, fue segundo entrenador de Luca Marcogiuseppe en el reciente proceso del Lobo que llegó hasta la serie de semifinales, y es el elegido por la dirigencia Mensana.
“Soy contador público de profesión, ejercí durante solo un año y después me dediqué al fútbol”, sostuvo en una charla con +Deportes.
El flamante DT del Lobo aseguró que con Luca Marcogiuseppe lo une una vieja amistad: “Nos cruzamos en Lisboa, cuando él estaba con Marcelo Bielsa y, desde entonces, somos muy amigos. Ante todo es un amigo, incluso si no hubiésemos trabajado juntos, él hubiese sido una fuente de consulta para mí, tras el ofrecimiento de Fernando Porreta”, aseguró, quien también dirigió el equipo de primera, pero local, de Talleres de Córdoba.
A los 23 años comenzó su primer proyecto dentro de la dirección técnica, mientras estudiaba Ciencias Económicas. Profesión que dejó de lado para dedicarse de lleno a lo que despierta su pasión: el fútbol. “Al principio muchos me decían que era una locura, mi familia y amigos. Creo que este paso es la confirmación más firme de esa decisión que tomé”, aseguró Joaquín Sastre.
-¿Cómo surgió la posibilidad de ser el nuevo entrenador del Lobo?
-Se dio después de una charla con Fernando Porreta cuando estábamos por acordar los términos de rescindir el contrato. Es que en todo el tema numérico, Luca (Marcogiuseppe) lo había delegado en mí dentro del cuerpo técnico. Es que, además de ser entrenador, soy contador público. En la reunión que tuvimos con Porreta me propuso ser el DT del equipo. Le pedí 48 horas para pensarlo e indudablemente para hablar con Luca, porque para más allá de que nos unió un proyecto deportivo todo este tiempo, Luca es un amigo y un referente. Sentí que era una de las pocas personas que podía darme un poco de luz para tomar la decisión, más allá de que es una responsabilidad mía.
-¿Habías trabajado antes con Marcogiuseppe?
-Cuando estuvo en Real Pilar, y no había presupuesto para que fuésemos dos ayudantes de campo y se decidió por uno. Y, desde Córdoba, donde residía en ese momento, hacía trabajos de análisis de videos y colaboraba para el equipo desde ese lugar. A Luca lo conozco desde 2014, cuando nos cruzamos en Lisboa, cuando el trabajaba con Marcelo Bielsa, de ahí nació la amistad.
-Tu elección como entrenador del Lobo, ¿es una manera de darle continuidad al trabajo que realizaron con Marcogiuseppe?
- Esa es la idea, darle continuidad a este proceso que hicimos en 2022, obviamente con matices diferentes, pero la base es la misma. Con Luca, son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Además, esa fue la idea de Porreta.
-¿Es la primera vez que vas a dirigir un equipo profesional?
- Así es. Mis dos experiencias a nivel profesional en la categoría han sido como ayudante de campo en Estudiantes de Río Cuarto y en este proceso que concluyó con Luca. Pero a lo largo de mi carrera he sido más entrenador principal, que ayudante de campo en otros niveles. He dirigido la primera local de Talleres de Córdoba, algo similar el Lobito de la Liga Mendocina, y Argentino Peñarol. He trabajado en procesos formativos. Todas las experiencias y cada paso que di han sido positivos. Todas esas experiencias me posicionan en el lugar que hoy estoy. Por eso digo que “el que es fiel en lo poco va a ser fiel en lo mucho también”.
- ¿Cómo entrenador, cómo fueron tus inicios?
- Mi primera experiencia fue en la Liga cordobesa con tan solo 23 años y, la primera persona que confió en mí fue Daniel Albornoz, un entrenador y ex jugador de Talleres de Córdoba y que estuvimos trabajando juntos en el Club Universitario y en la selección de la liga cordobesa.
-¿Por qué te dicen el Contador?
- No es un apodo, es mi primera profesión. Cuando terminé el secundario en Villa Dolores, me fui a estudiar a la Universidad de Córdoba y me recibí de Contador Público Nacional . Trabajé un año en eso, pero sabía que no era lo mío; mi pasión es el fútbol. Gracias a Dios, cada paso que fui dando fui consolidando la decisión que tomé en su momento. Creo que este paso mes la confirmación más firme de la decisión que tomé.
-Conocer el plantel es una ventaja, pero seguro que habrá jugadores que se irán y, por lo tanto deberán pensar en refuerzos.
-Sí, es clara ventaja conocer al plantel. También sabemos, que hay jugadores que han tenido un rendimiento muy bueno y seguramente serán tentados por equipos de una categoría superior o del exterior o algún equipo más grande de Primera Nacional. Estoy trabajando desde el momento que Fernando me confirmó que sería el entrenador. Este es el momento más importante y, que lejos de tener vacaciones es el de elegir la materia prima. Por eso hay que ser muy cuidadoso, meticuloso y trabajar palmo a palmo para poder armar el plantel más competitivo posible. Sabemos que hay jugadores que tienen que venir , aún sin que se vaya ninguno de los que está. Después, moveremos las piezas en función a los jugadores que reciban ofertas o que les toque partir del club.