Pareció una imagen surrealista, pero así fue: un intruso logró saltar los controles de seguridad y se metió al campo de juego en el partido entre Mallorca y Barcelona, por la reanudación de La Liga tras el parate por la pandemia de coronavirus, disputado a puertas cerradas y bajo estrictos cuidados de seguridad.
El personaje en cuestión, que hasta se sacó una selfie con el defensor Jordi Alba en el campo de juego del estadio de Son Moix, tenía puesta la camiseta de la Selección Argentina con el número 10 de Lionel Messi estampado. Los agentes de prevención, desconcertados al principio, luego lo sacaron.