Desde la nueva comisión directiva de Independiente Rivadavia aseguraron que tienen la necesidad de cerrar esa desvinculación para comenzar a trabajar en el contrato de Marcelo Straccia, ya que la Primera Nacional tiene fecha de reinicio a la actividad para entrenamientos, a partir del 17 de agosto.
Entre hoy y mañana, el representante y hermano del entrenador, Mauro Minich se estarían juntando con Marcelo Borgna, tesorero del club, para solucionar el conflicto y arreglar la desvinculación.
¿Qué frena todo?
“El problema viene porque Mauro Minich, representante de Matías, dice una cosa e Independiente dice otra cosa”, confiaron a Los Andes desde la cúpula del club del parque.
El cuerpo técnico tiene contrato hasta el 30 de noviembre. Y a raíz de la pandemia y el conflicto de deudas por los sueldos que venían desde el año pasado, el acuerdo tomó un giro que originó esta pulseada de intereses.
El monto por cuánto le corresponde a cada uno está claro. El problema, según coinciden las partes, es a quiénes y a cuántos. Y ahí está la cuestión.
El acuerdo referido en el contrato “es por el cuerpo técnico, que en este caso sólo refiere al entrenador Matías Minich y a su ayudante, Ariel Agüero. Las otras partes que reclama Minich, no tenían contrato con el club. Uno de los profes y el entrenador de arqueros, venían de las categorías inferiores y son personal de Independiente”, confió el alto dirigente.
Mientras que, para el cuerpo técnico, el club no se estaría comportando de manera justa tomando en cuenta que Minich y todo su cuerpo técnico resignaron la mitad de sus sueldos entendiendo la realidad de la institución y el déficit agravado por la pandemia.
“Nosotros veníamos de una deuda grande de casi cuatro meses. Tuvimos que resignar la mitad de los salarios. Un montón de plata. Y ellos quieren pagar sobre ese convenio, mi contrato y del Oso (Ariel Agüero) desconociendo a los otros cinco integrantes del cuerpo técnico. En este caso, dos están en relación laboral con el club que después de estar en Primera deberán bajar a inferiores. Es decir, ser reubicados, que significaría lo mismo que ser despedidos. Y otros tres que están sin contratos, a quienes no se les reconocen su trabajo. Entonces, la idea es que ese contrato privado ampare a todos, reconociendo que todos resignamos desde abril la mitad de nuestros sueldos”, confió Matías Minich.