Mientras la Justicia acaba de imputar a cuatro barras de Independiente Rivadavia por el homicidio de Gabriel “Gabito” Videla Parraguez (26), el joven asesinado el sábado durante los festejos del 108° aniversario de club, los dirigentes de la Lepra sacaron la pelota afuera. O mejor dicho, le tiraron el balón al gobierno provincial.
“Responsabilizamos directamente al Gobernador Suárez por cualquier agresión que sufra nuestro club, sus empleados, socios, simpatizantes y miembros de la Comisión Directiva. Conflicto de más de un año y la violencia no para”, había posteado un día después de los incidentes en su cuenta de Twitter el vicepresidente de Independiente, Jorge Pujol, arrobando al propio gobernador.
Ayer, el médico fue por más y volvió a hacer un nuevo posteo que esta vez sí generó respuestas y todo tipo de repudio de la mayoría de hinchas y socios de Independiente Rivadavia. “Aproveche Sr Gobernador Rodolfo Suarez y póngase las pilas con la Seguridad. Independiente sufre de inseguridad y usted es el responsable para solucionar esto. Digo, ya que no viaja a Chile?!”, escribió Pujol.
Consultado por Los Andes, el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul, prefirió el silencio y aseguró que no van a contestar.
Eso sí, socios e hinchas contratacaron el mensaje de Pujol y hubo contestaciones varias. Desde los que le recomendaron no mezclar su militancia política (“Peronista de Perón”, dice su perfil), hasta los que le pidieron la renuncia a su cargo de vicepresidente. El Mundo Lepra vuelve a estar convulsionado y dividido por un tema de larga data: la implicancia de los barras en la vida del club, agravada desde hace un tiempo por una violenta disputa de dinero, negocios y poder entre dos facciones de la barra.
De hecho, si bien en las últimas horas continuó en la misma línea que el Doctor Pujol con sus declaraciones, hace unos días fue el propio presidente Carlos Castro quien admitió su preocupación por el tema.
“Los barras deben dejar de existir en Independiente. Es una situación que me preocupa”, había manifestado allá por diciembre. Unos días antes de eso, el titular del Azul recibió un pedido de los propios hinchas: no concentrar más en La Posada Azul, a lo que la dirigencia accedió. Incluso, un futbolista contó en off que la situación era caótica e insostenible, y que los simpatizantes más violentos incluso se pasean por adentro del campo de juego durante los entrenamientos.