Independiente Rivadavia y Rosario Central igualaron 1-1 en un entretenido partido disputado en el estadio Bautista Gargantini. Fue el tercer choque consecutivo para la Lepra sin derrotas, mientras que para el Canalla fue el quinto partido sin triunfos.
Que un equipo consiga la ventaja antes de los 3′, casi desde el vestuario, parece casi un regalo del rival. La Lepra lo consiguió desde un córner de Sebastián Villa que Victorio Ramis cabeceó en el primer palo, ante el asombro de toda la defensa rosarina. La reacción del arquero Jorge Broun no fue suficiente y en la primera acción a fondo, el local ganaba. Inmejorable comienzo para la Lepra. Encima, casi de inmediato, un tiro libre del colombiano picó en el área y nadie alcanzó a desviar. Esta vez, Broun consiguió quedarse con la pelota.
Sin embargo, esta Lepra no consigue regularidad y en la primera acción que tuvo el Canalla en el área mendocina, Carlos Quintana pasó por caja y pagó con la misma moneda, tras una acción de pelota parada. El centro de Ignacio Malcorra dibujó una comba perfecta y el defensor le rompió el arco a Ezequiel Centurión.
En apenas un cuarto de hora, ambos exhibieron sus deficiencias a la hora de defender acciones de este tipo. Mientras, el choque fue ganando en tenencia compartida del balón y se hizo de ida y vuelta. El vértigo de ambos le puso emoción a una noche de varias acciones sobre los arcos, especialmente sobre el lado rosarino.
A los 26′, Broun salvó tras un tiro libre de Villa que se colaba en el ángulo derecho de su arco. La Lepra era más y Luis Sequeira aprovechó para meter un remate fortísimo que devolvió el palo derecho del arco rosarino. A esa altura, el 1-1 parecía demasiado premio para el conjunto de Martías Lequi y un castigo para el de Alfredo Berti. Sin embargo, nada se modificó.
El arranque del segundo tiempo mostró que ambos cayeron en un bache. A diferencia del capítulo inicial, sobró pierna fuerte y astucia para intentar romper la defensa rival. Berti, entendiendo que faltaba voracidad ofensiva, mandó a la cancha a Jorge Sanguina y Fernando Romero. La Lepra cambió esquema y se paró con tres delanteros.
El Canalla mejoró por el buen nivel de Malcorra. El volante generó las dos chances más claras de la etapa. En la segunda, el remate de Agustín Sandez se fue apenas desviado. El partido volvió a ser electrizante, aunque sin tantas ocasiones sobre los arcos. La Lepra llegó desde un remate de Sheyko Stude y la buena tapada de Broun. Y del otro lado, Centurión salvó un fortísimo cabezazo de Marcos Ruben de pique al piso. Tras el manotazo del “1″, el balón se fue apenas desviado. Fue un milagro en el área azul y todo terminó en un empate que dejó sabor a poco en el elenco del Parque General San Martín.