Se le acabó el invicto a Independiente Rivadavia desde la llegada de Alfredo Berti. El Azul cayó 2-1 en su visita a Mitre de Santiago del Estero y ahora espera por un partido para el infarto ante su escolta, Chacarita Juniors.
La primera etapa, aún sin grandes ocasiones de peligro, fue un ir y venir de dos equipos con una propuesta altamente ofensiva, donde cada uno encontró el gol cuando imponía condiciones sobre su rival.
La Lepra salió como una tromba a buscar la ventaja que le permitiera ampliar diferencias con sus escoltas, con Tonetto y Ramis bien adelantados para presionar la salida de los laterales santiagueños, forzando a lanzamientos largos que le permitieran poner el balón en discusión.
Arce, ese implacable goleador paraguayo que llegó a Mendoza y no se cansa de romper marcas, estrelló un tiro libre en el palo cuando apenas corrían tres minutos de juego. Fue un aviso de lo que llegaría un puñado de minutos después, cuando Tonetto robó en la salida local y Díaz lo derribó dentro del área. Penal y gol. Porque Arce desde los doce pasos, no falla. Lleva siete ejecuciones e igual cantidad de festejos en la temporada.
El Aurinegro, tras el cachetazo leproso, reaccionó y dio un paso al frente. Sacó pecho y cantó presente para mostrar que también presenta condiciones para estar en la discusión. Aceleró sobre las bandas, puso en discusión el dominio territorial, sobre todo en el mediocampo, y llevó al Azul contra su arco con un par de acciones que obligaron a Gagliardo. Sin embargo, el “1″ nada pudo hacer ante el fortísimo cabezazo de Rosales, que le ganó en las alturas a Flores e igualó el marcador.
ban 29′ del capítulo inicial y la Lepra tuvo que sufrir hasta el final de la etapa.Porque no consiguió recuperar la tenencia del balón; erró en las transiciones y pecó en cada búsqueda larga que intentó para Arce, aislado y sin la compañía de Reali, quien casí no tuvo participación.
Para la segunda mitad, Mitre siguió con su tónica de dominio y control del juego, reduciendo al líder a algún intento sin peso en ofensiva. Sin poder desplegar sus laterales, el Azul sufrió detrás de la pelota, en un esfuerzo que solo le permitió sostener el punto, aunque de ninguna manera encontrar los caminos al gol decisivo.
Mientras que el local tuvo un par de chances como para ampliar, al Azul solo se le puede contar un remate de Arce, tras un hermoso caño a Alessandroni, que terminó en las manos de Larrea.
Los cambios de Berti no fueron suficientes para recuperar protagonismo y sobre los 39′ llegó la sentencia definitiva en favor del local. Tapia aprovechó los múltiples rebotes en el área visitante y le dio la merecida ventaja al Aurinegro.
Final del cuento de hadas para Berti y sus muchachos. Ahora se viene un partido para mostrar temple y corazón. En la próxima estación lo espera el Funebrero.
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