Y un día Independiente Rivadavia cantó victoria en Primera. Después de casi 42 años (NdR: el último triunfo en la máxima categoría había sido ante River Plate, el 16/5/1982 por 4-2 en el marco del Torneo Nacional, Grupo A, en el Malvinas Argentinas *), el Azul ganó un partidazo y los festejos aún retumban en todos los sectores del Parque General San Martín de la Ciudad de Mendoza. El 3-2 ante Gimnasia La Plata, de visitante, por la segunda fecha de la Copa de la Liga 2024, será inolvidable para el hincha. No es para menos.
Es que no solo fueron tres puntos fundamentales en la lucha por la permanencia los que consiguió la Lepra, sino que además lo hizo exhibiéndole sus credenciales a toda la patria futbolera. Muy interesantes esas credenciales, por cierto. Al cabo de dos jornadas, el elenco de De Paoli ha mostrado puntos altos y otros no tanto. Todo esto digno de ser analizado de cara a lo que viene.
La intensidad en los primeros tiempos, lo mejor del Azul
Primero fue derrota ante Independiente de Avellaneda, en el Gargantini. Luego este triunfazo en el bosque platense. En ambos compromisos, la Lepra jugó grandes primeros tiempos. Sabe lo que hace y lo pone de manifiesto con mucha intensidad en los 45 minutos iniciales. Frente al Rojo de Tevez, la primera parte fue buenísima, hasta sometiendo a su rival, aunque sin gol (y lo pagó caro). Ante el Lobo de La Plata, lo mismo. Tal vez más recostado hacia el contragolpe sabiéndose visitante, controló las acciones y supo pegar en los momentos justos. Golazos de Arce y Vázquez, protagonistas de este Azul versión 2024.
Al Independiente de Rodolfo De Paoli le gusta tener la pelota, ser vertical, manejar los tiempos en los pies de Napolitano, Gil Romero, Reali y compañía. Juega por el piso todo lo que puede y hasta corre riesgos al hacerlo. Hace subir a sus laterales y las constantes trepadas de Abecasis y Mas son prueba suficiente. Modifica los esquemas en pleno encuentro y, hasta acá, es mucho más que aceptable la performance en general.
Baja del ritmo en los segundos tiempos: pare de sufrir
El tema es el segundo tiempo para Independiente Rivadavia. Dos partidos jugados, dos complementos muy sufridos. Como que la Lepra se cae en la etapa final. Ya recibió 3 goles en el torneo, todos en los segundos 45′. Frente al Diablo de Avellaneda, ese cachetazo significó la derrota. Ante Gimnasia LP, incertidumbre y angustia, pero victoria al fin gracias a la guapeza de Mauricio Asenjo, quien regresó al club a puro gol.
Claramente, un aspecto a mejorar en este Azul son los puntos flacos que aparecen tras el entretiempo: la baja en el ritmo, las desconcentraciones, el retroceso tardío más de una vez y la falta de profundidad.
De todos modos, no podemos dejar de destacar un aspecto clave: este Independiente Rivadavia acaba de ascender. Recién se suma al torneo de fútbol más importante de la Argentina. Es uno de los nuevos y la adaptación le llevará un tiempo. Lo bueno es que en solo dos partidos le avisó al resto que tiene con qué.
Seis puntos disputados, 3 adentro. Y jugándole de igual a igual a dos tanques de Primera como lo son Independiente de Avellaneda y Gimnasia La Plata. La Lepra comenzó a full su participación en la Copa de la Liga y ojalá pueda dosificar todos los esfuerzos para llegar a buen puerto.
Huracán, el próximo rival
Ante Huracán de Parque Patricios, el sábado 3 de febrero desde las 21 en el Bautista Gargantini, Independiente Rivadavia deberá rendir otro examen difícil y con final abierto. Que sea con equilibrio y dejando todo en la cancha para otro festejo mendocino.
* Fuente: https://www.rsssf.org/