La euforia no cesa en buena parte de la provincia y, sobre todo, en el Parque General San Martín. Y no es para menos, Independiente Rivadavia venció al Deportivo Maipú, se benefició del empate entre Atlético de Rafaela y Chacarita, y jugará la gran final por el primer ascenso a Primera división. Un momento histórico para el pueblo Azul, que viene esperando el salto desde hace décadas.
La temporada 2023 fue casi perfecta para el elenco de Alfredo Berti, quien armó el once de atrás hacia adelante y supo construir un grupo sólido que protagonizó el torneo de ascenso más importante del país de principio a fin. Para muestra basta con ver la tabla de posiciones: con 68 puntos, la Lepra redondeó un campañón en la zona B y terminó quedándose con ella.
Con Gagliardo dueño del arco y brindando seguridad, hubo otras figuras responsables de esta situación que hicieron soñar en grande a la popular hinchada “leprosa”: Abecasis, Maidana, Petrasso, Elordi, Romero, Tonetto, Reali, Ramis y el gran goleador Alex Arce. Todos ellos contribuyeron a este presente de éxtasis deportivo e ilusión sin fin.
Desde 1913, Independiente Rivadavia es uno de los clubes más influyentes de la provincia. Gran ganador de títulos de Liga Mendocina y parte de los viejos Nacionales, la Lepra supo alternar más malas que buenas en los Regionales, Torneo Federal A y en la extinta Primera B Nacional. Si bien a lo largo de su rica historia disputó finales, clásicos memorables y encuentros trascendentales, ahora está ante el partido más importante de todos, el que podría darle el tan ansiado ascenso a la Primera división, hoy llamada Liga Profesional.
Después de sufrir muchas veces al fantasma del descenso y deambular por mitad de tabla (siempre como espectador del ascenso de otros), esta vez en Independiente las cosas cambiaron. Apostar a un DT serio y de categoría, y no más a los inventos que nada bueno dejaron, fue clave. Construir un equipo aguerrido, bravo, solidario, vertical y luchador, también. Y qué decir del 9, el acierto paraguayo que es el máximo artillero del fútbol argentino y que hoy vale millones de dólares.
Ante el ganador de la zona A, Almirante Brown, el Azul del Parque tendrá la gran chance de hacer justicia con la historia, con su gente y poner al club donde tiene que estar. El domingo, desde las 18, el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, se definirá su suerte.
Claro que al haber ganado su grupo, Independiente ahora tiene dos chances de ascenso: la final de referencia y, en caso de perderla, su lugar en el reducido que entregará un segundo boleto a la máxima división nacional.
Los miles y miles de fanáticos azules no podrán dormir durante varios días. Es que están soñando despiertos y a 90 minutos de que todo cambie. Tan simple como eso y tan complejo a la vez: el anhelo de toda la vida está a un partido de distancia. El fútbol nuestro lo merece desde hace mucho tiempo. Que esta vez sea para Mendoza.