Este lunes la Liga Tupungatina sufrió un duro golpe, ya que el Jefe del Regimiento de Infantería de Montaña 11 “General Las Heras” el Teniente Coronel Juan Carlos Palacios mandó demoler las tribunas, baños, el cierre olímpico y sacar los arcos de la cancha por un incidente ocurrido entre los jugadores e hinchas del club visitante con el árbitro del partido.
Esta decisión perjudica a más de 150 chicos y chicas que practicaban la disciplina en las instalaciones del club.
Esta polémica resolución tiene un trasfondo que lleva más de 30 años, ya que el club fue fundado por militares en terrenos cedidos por el RIM 11 General Las Heras, pero con el correr de los años las diferentes comisiones directivas fueron cambiando de miembros hasta el 2006 cuando ese último grupo de dirigentes decidió disolver el club, perdiendo todo tipo de personería jurídica y dejando libre a todos sus futbolistas.
En el 2015 el club “volvió a la vida” de la mano de Maximiliano Márquez y su papá, pero sin poder usar ese predio al cual el RIM 11 no le da ninguna utilidad y por eso entrenaban en las plazas del departamento y cuando pudieron volver a jugar en la Liga Tupungatina tenían que alquilar una cancha.
Hace muy poco tiempo la reciente comisión logró un acuerdo con las autoridades del regimiento y lograron poder jugar en su cancha, pero pagando un alquiler hasta que este último domingo se generó un incidente entre los jugadores y algunos hinchas de San José con el árbitro que no pasó a mayores. Esto llegó a los oídos del Teniente Coronel Juan Carlos Palacios, quien tomó la decisión de demoler todo lo que estaba en la cancha.
Maxi Márquez, DT de Malvinas Argentinas, habló con Los Andes y contó la situación que les tocó vivir: “Malvinas es un club familiar, nuestros hinchas son nuestros hijos, novias o esposas por eso no entiendo la decisión que tomaron”, cuenta frustrado.
“Desde 1989 (año en el que se fundó el club) al 2006 no tuvimos ningún problema, lo poco que se hizo lo hicimos a pulmón la gente del club: el cierre, las tribunas, vestuarios, baños. En el 2006 la comisión nueva, integrada por gente del regimiento, decide disolver el club y todos quedamos a la deriva: jugadores libres y chicos sin poder seguir jugando al fútbol”, aseguró Márquez.
“En el 2015 decidimos empezar de cero con mi papá, que fue uno de los fundadores, pero siempre encontramos la negativa de la gente del regimiento para poder usar el predio que fue cedido hace 30 años, pero decidimos no hacer nada más porque dejaban entrenar a la escuelita de fútbol”, señaló.
La historia de este club es emocionante, ya que los chicos no podían usar su cancha y tenían que entrenar en las plazas del departamento: “Ese año volvimos a jugar en diferentes canchas y entrenábamos en las plazas porque no podíamos usar el predio… hasta que logramos que el RIM 11 nos alquilara la cancha ($5200) porque también se la alquilaban a particulares, pero lamentablemente no tenemos comprobantes de los pagos”.
Esta arbitraria determinación el Jefe del Regimiento deja a más de 150 chicos sin la oportunidad de seguir entrenando en un predio que quedará abandonado: “Empezamos con 16 chicos y hoy tenemos más de 150 con diferentes categorías: escuela de fútbol, fútbol femenino, sexta, quinta y tercera división, sub 23 y primera estamos afiliados a la Liga Tupungatina de fútbol y al Consejo Federal”.
Desde el Regimiento de Infantería de Montaña 11 “General Las Heras” emitieron un comunicado donde aseguran que se decidió trasladar las actividades del club a la cancha de fútbol del barrio Militar con el objetivo de tener “mayor control, cordialidad y convivencia”.
“Para mantener la imagen institucional, las actividades de adiestramiento militar y la buena relación con la comunidad, sobre todo con los más jóvenes y extensivo hacia los que estén interesados en la actividad, se decidió mudar las actividades deportivas a un sector más próximo al cuartel (cancha de fútbol del barrio Militar) para que se pueda ejecutar lo mencionado en un clima de mayor control, cordialidad y convivencia”, informó.