Hockey subacuático: el deporte más completo bajo el agua

Hockey. Se juega desde hace 30 años en el país y hoy se practica en varias provincias; hay que entrar y salir del agua todo el tiempo, aguantar la respiración y cansarse como en un mar bravo. ¿Cuándo surgió en Mendoza?

Hockey subacuático: el deporte más completo bajo el agua
Anfibios, el primer equipo de Mendoza, ganó los últimas dos competencias nacionales en Santa Fe.

En reconocimiento a los pioneros que marcaron el inicio del hockey subacuático  en Mendoza, se recuerda una visita importante allá por setiembre de 2001, cuando Fernando Arbizu (capitán del seleccionado argentino) y Alberto González (jugador de la selección y jefe de árbitros), llegaron con la intención de difundir un deporte que era desconocido por estas latitudes, pero que después de ello, marcaría un antes y un después en una disciplina que gana adeptos y que se ha convertido, con el paso del tiempo, en el deporte más completo que se disputa bajo del agua.

Aquel encuentro, relata la historia, tuvo lugar en el departamento de Godoy Cruz, y asistieron un par de miembros de la comisión directiva del Club de Buceo Cuyum Mapu (Fernando Giorgio y Raúl Boggio), ambos buzos deportivos. En la reunión se acordó comenzar con la práctica del hockey subacuático en la provincia con personas que realizaban buceo deportivo, pero abierto al público en general. Fue de esa manera que Giorgio y Boggio fueron capacitados sobre el reglamento, forma de juego y alcances del innovador deporte, recibiendo material bibliográfico-técnico, stick donados (los cuales servirían después para la confección de futuros palos) y en cuanto a los tejos, se recomendó utilizar latas de picadillo o de atún para entrenar momentáneamente, ya que no se contaba con los tejos reglamentarios porque no se fabricaban en Argentina.

PRIMEROS PASOS EN MENDOZA

Giorgio, profesor de educación física,  gestionó y consiguió la autorización para el uso de la pileta en el Gimnasio Municipal Nº1 de Capital, y así se dio inicio a una actividad que luego se convertiría en una pasión, con prácticas abiertas y mucha “curiosidad” por lo que estaba surgiendo. También se contactó con Enio Navarta y otros jugadores de San Juan, donde ya se venía desarrollando la actividad, con la idea de realizar un encuentro para aprender y mejorar, y cuyo encuentro se concretó en diciembre del mismo año en el Estadio Sarmiento de San Juan. Un viaje memorable y por muchas razones. Se recuerda más de una anécdota, como por ejemplo,  que durante el traslado los jugadores mendocinos se pasaban el reglamento de auto en auto para su lectura, ya que se tenía poco conocimiento o casi nada del mismo, y menos aún aplicado al juego. El partido, claro está, resultó positivo y donde hubo un alto espíritu deportivo, dejando de lado la competencia interprovincial ya que los equipos jugaron mezclados (5 locales y 5 visitantes).

Un antes y un después. Ese encuentro sirvió para entusiasmar a los primeros jugadores mendocinos: Ricardo Bertoldo, Raúl Boggio, Fernando Giorgio, Débora Canale, Constanza Gunsche, Alejandra Cabrerizo, Emilse Galdeano, Exequiel Patiño, Eduardo Saracco, Gustavo Poquet, José Salas, David Sánchez y Héctor García. Tiempo después, los mismos fueron anfitriones de la Selección Argentina, que nos visitó con el propósito de seguir enseñando mediante la disputa de lo que sería el primer partido de este deporte en Mendoza.

Las actividades se realizaron en el Gimnasio Nº1, donde además de la camaradería, se notó el entusiasmo de los locales por no bajar los brazos. Así, pasaron los meses y se tenía por delante un gran desafío: El Torneo Argentino que debía disputarse en el Cenard de Buenos Aires, los días 16 y 17 de noviembre del 2002. Para Mendoza fue su bautismo deportivo oficial. El Equipo por ese entonces contaba con un nombre: Los Anfibios, siendo parte del primer seleccionado provincial: Giorgio, Poquet, Patiño, Canale, Gunsche, Carrizo, García, Salas y nuevos integrantes: Facundo Suzzara, Carla Brebbia, Francisco Brebbia, Alfredo Domínguez, Fernando Tejón, Antonio Bertarini y Ramiro Martinelli.

Los diarios de la época destacaban la participación de Mendoza en el torneo. Las provincias intervinientes fueron: San Juan, Córdoba, Neuquén, Capital Federal, Gran Buenos Aires y Mendoza. Cabe mencionar que Constanza Gunsche, Fernando Giorgio y David Sánchez concurrían como árbitros siendo los primeros mendocinos en dirigir en la especialidad.

Pioneros. Imagen retro de la primera formación de un equipo de Mendoza.
Pioneros. Imagen retro de la primera formación de un equipo de Mendoza.

Un recuerdo imborrable. Giorgio, capitán del equipo, cuenta el momento de presentar la vestimenta ante la organización (malla de baño, stick, gorro, aletas, etc.), y donde recibió la observación que “las mallas debían ser iguales, y del mismo color “. Se contaba con escasas horas para resolver el problema y se tuvo que salir a comprar 10 mallas iguales. Resultó muy gracioso que las únicas que se encontraron en esa cantidad fueron zungas, con estampado animal print de color beige y a un valor de cinco pesos. “Todo el equipo estuvo de acuerdo dejando de lado las opiniones estéticas y se utilizaron las mencionadas zungas en el torneo”. En lo estrictamente deportivo, nuestro seleccionado obtuvo un meritorio quinto puesto.

EL PRIMER NACIONAL

En junio de 2003 se realizó el primer Campeonato Nacional en el interior del país, siendo San Juan, la provincia anfitriona. En la cita, Mendoza mostró un gran crecimiento y finalizó en el último escalón del podio, y donde dos equipos bonaerenses se quedaron con los primeros puestos. Un torneo inolvidable y en el cual se incorporaron al equipo mendocino: Estefanía González, Lucas Mariani y Ricardo Arata. Cabe destacar que los jugadores no se limitaban sólo a la práctica del deporte, sino que también le dedicaban tiempo a la difusión en los medios de prensa y también con el boca a boca en el todo el ámbito deportivo.

El turno de Mendoza. Un 21 de agosto de 2003, nuestra provincia toma la posta y organiza la primera maratón de hockey subacuático. En esa oportunidad se agruparon todos los jugadores/as de las provincias en 2 equipos (blanco y negro) sin distinción de género ni procedencia, logrando un clima de gran compañerismo y al mismo tiempo una importante instancia de aprendizaje.

Así se fueron incorporando nuevos jugadores: Andrea Chávez, Dora Best, Verónica Biurssi, Alfredo Femenía y sus hijos Catriel, Ayelén y Ailén, y Javier Resinosvky.

Tiempos de cambios. Un año después, Giorgio, por razones laborales no pudo continuar con la práctica del deporte, y resultó muy importante el impulso de Francisco Brebbia, Alfredo Domínguez, Carla Brebbia, Alfredo Femenía, Lucas Mariani, Facundo Suzzara entre otros, para darle continuidad a la actividad. Luego, en marzo del 2005, ya estando bien constituido Anfibios, para darle mayor difusión a esta disciplina y generar competencia interprovincial, Brebbia, Mariani, Federico y Ramiro Martinelli y Suzzara fundaron el segundo equipo de Mendoza denominándolo Equal, El mismo tuvo sus comienzos en la pileta del Automóvil Club de Chacras de Coria. Luego se sumaron: Mauricio Ariza, Sebastián Eula, Gustavo Sánchez y Roberto Videla.

Suzzara viendo que la única manera de contar con tejos era comprarlos internacionalmente, empezó a fabricarlos él, usando una lata de picadillo para fundir el plomo y cubriéndolos con plástico de tapas de gaseosa derretido. Luego fue especializándose hasta el día de hoy que los fabrica con goma inyectada proveyendo sus tejos a todo el país, incluso se han comercializado a Canadá, Estados Unidos, Colombia y Filipinas.

Más acá en el tiempo, en 2006 se constituye un tercer equipo en la pileta del Club Social Mapu: Magna, dirigido por el profesor Patricio Rodríguez, quien después dejó la iniciativa y el equipo se disolvió. Algunos de sus integrantes: Sergio Cabeza, Mercedes y Sebastián Gómez, Gabriel Femenía y Esteban Marchesse que querían seguir jugando pasaron a integrar Equal.

En 2014, Esteban Marchesse funda Seariders, mientras que cinco años más tarde, concretamente el 21 de noviembre del 2019, Ailín Ballesteros, Francisco Brebbia, Lucas y Nicolás Giannotti, Mariana Muñoz, Franco Ortubia, Daiana Silva, Bruno y Franco Vallejos constituyen el cuarto y más nuevo equipo de Mendoza, al que se le dio el nombre de Stingray.

UNA PLAZA DESTACADA

Es de gran importancia comentar que en estos 20 años, Mendoza se ha convertido en una de las plazas más destacadas del hockey subacuático a nivel nacional, contando actualmente con más de 100 jugadores infantiles juveniles, elite y másters. Habiendo llevado jugadores al primer Panamericano de Hockeysub 2010 en Medellín (Colombia), al Torneo Internacional 2012 de Milwaukee_(estados Unidos), como así también al Mundial 2013 en Eger (Hungría).

En el 2016 fue la primera vez que la Argentina presentó un seleccionado juvenil en un Campeonato del Mundo, el cual se disputó en Australia, y donde el combinado nacional estuvo integrado por jugadores de Anfibios y Equal. Mendoza no se quedó ahí y continuó aumentando la participación de sus deportistas a diferentes selecciones de nuestro país. Así, en el Mundial Elite Másters 2018 en Quebec (Canadá), hubo una notable participación de mendocinos y lo mismo sucedió en 2019, en Sheffield (Gran Bretaña).

En resumen, a nivel país, Mendoza es la plaza que más jugadores presenta por torneos. Dada esta situación, los equipos piden una pileta olímpica para que deportes como el hockey subacuático, waterpolo, biceo, nado subacuático, puedan seguir desarrollándose con más profesionalismo.

UN POCO DE HISTORIA

Como lo muestra la imagen, hay que poner mucho esfuerzo para practicas este deporte.
Como lo muestra la imagen, hay que poner mucho esfuerzo para practicas este deporte.

El hockey subacuático arrancó en el país en la década de 1980 (en el mundo, surgió en Inlgaterra en los ‘50). La federación que representa legalmente al deporte desde 2001 es la Asociación de hockey Subacuático de Argentina (ASHA). Es una disciplina de notable crecimiento en los últimos años y se juega en Santa Fe; Mendoza, San Luis, Berisso, Pilar y en siete clubes de Buenos Aires. Se disputa con snorkel, patas de rana, un guante, un palo -mucho más chico que el de hockey tradicional- y un tejo. Sus deportistas, dicen que “hay que nadar mucho, tener enorme voluntad y estar preparado para tragar agua y cansarse como en un mar bravo”.

Los principiantes tienen que empezar por ubicar dónde está el tejo, acercarse a la jugada y evitar molestar a los que saben jugar. El gran desafío pasa por esquivar el torbellino de patas de rana alrededor del tejo y no tragar mucha agua. Y eso que no se puede hablar: el pase se pide haciendo un golpe sobre el piso y la táctica se discute entre jugadas, mientras se ajusta el snorkel. Ni Michael Phelps ni Luciana Aymar podrían lucirse sin entrenarse: se requiere una combinación ideal entre un resistente nadador, habilidad con el palo, inteligencia para usar el cuerpo y proteger el disco.

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