El tesoro más preciado para un futbolero es la camiseta de su equipo. Se trata de un trofeo que se lleva con orgullo y se cuida celosamente. En la cancha, en casa o de vacaciones, la casaca es un elemento indispensable en el guardarropa de cualquier fanático. En Mendoza, algunos locos llevaron este amor aún más lejos y comenzaron a reunirse para compartir esta pasión.
Se trata de los Camiseteros de Mendoza, un grupo integrado por 30 coleccionistas de indumentaria, revistas, libros y demás elementos representativos del fútbol de nuestros pagos. Inspirados en las movidas que son furor en otros puntos del país, organizaron el primer encuentro, donde asistieron alrededor de 300 personas que disfrutaron de múltiples stands, llenos de recuerdos e historias. Además, la movida tuvo un fin solidario: juntó alimentos para un comedor infantil.
“¿Quién no tiene una camiseta de fútbol en su casa? Hasta tu amigo al que no le gusta el fútbol tiene una. Te lo apostaría. Y cada una de ellas tiene una historia atrás: quién te la regaló o cómo la conseguiste. Y eso la hace importante”, cuenta en el inicio Sebastián Naranjo, uno de los exponentes de este grupo y organizador del evento que se realizó el pasado fin de semana.
Naranjo, que posee una colección de más de 900 camisetas (incluida una trilogía de Messi, Maradona y Kempes, firmadas por los propios ídolos, y la camiseta de Colombia con la que Quintero le hizo el gol a Japón en Rusia 2018), comenzó a reunir fanáticos luego de enterarse de exposiciones en otros lugares. “Se hace en varias ciudades y como en Mendoza no teníamos mucha exposición, pedimos consejos y armamos un grupo propio de coleccionistas”, cuenta.
Con el paso del tiempo y el famoso boca a boca, la movida comenzó a extenderse y el número de participantes creció. Así llegaron a los 30 integrantes de manera oficial, aunque de forma diaria se siguen sumando. “Va creciendo porque nos van conociendo y diciendo que son coleccionistas. O nos ponen en contacto con algún conocido que también lo es”, amplía Naranjo, que nació en Buenos Aires pero se radicó en Mendoza de muy joven.
Si bien Sebastián tiene una colección de camisetas de variados clubes, su fuerte son River Plate y Godoy Cruz, con quien se encariñó tras jugar al fútbol. De todas formas, también hay gente de San Martín, Independiente Rivadavia, Gimnasia y Esgrima y Huracán Las Heras, entre tantos otros. “Todos deben tener un coleccionista. El tema es llegar a ellos y que se sumen”, fue la reflexión al respecto de los representantes locales.
Eduardo Agro es un coleccionista de Buenos Aires que ofició de consultor en el armado del grupo y que participó del evento en Mendoza. En la pandemia descubrió este estilo de vida y actualmente lo lleva por todo el país. “Yo empecé a entrevistar coleccionistas de camisetas y otros elementos con mi cuenta de Instagram (La Última Camiseta) y después, una vez pasada la pandemia, junto a otras personas, hicimos el primer encuentro camisetero en Buenos Aires”.
Esa idea creció a pasos agigantados y este año ya organizaron 17 exposiciones, además de participar en otras tantas.
“Me gustó que tuvo la esencia de lo que veníamos haciendo hasta el año pasado en Buenos Aires. La gente estaba contenta por llevar y mostrar sus colecciones, más allá más allá de si vendes algo o no. En Buenos Aires se está tirando más para el lado comercial y no tanto al coleccionismo”, expresó Agro sobre lo que observó en nuestra provincia.
Desde el grupo local están de acuerdo y eligen destacar que el cariño por las colecciones va más allá de conveniencias económicas y del color de camiseta de cada uno.
“Si me llega una camiseta de un club que yo no colecciono, una que ya tengo, o que no puedo adquirir en ese momento, la ofrezco al grupo. Se trata de formar una comunidad. Esta es la idea”, reforzó Naranjo. Mientras, Agro agrega: “Acá todos, inclusive los clásicos, valoran la colección del otro. Eso es lo importante, respetar la pasión”.
A través de su cuenta de Instagram (camiseterosmza), estos apasionados por las camisetas comparten sus reliquias y extienden sus lazos para que cada vez más personas se sumen a esta inoxidable pasión.