Australia autorizará hasta 10.000 espectadores en los estadios deportivos desde julio, anunció este viernes el Primer ministro, Scott Morrison, siguiendo los pasos de su vecino neozelandés.
“Vamos a permitir la entrada de público en los eventos en los estadios de una capacidad máxima de 40.000 plazas”, declaró este viernes a la prensa el jefe del gobierno australiano.
Sin embargo, “eso no se producirá inmediatamente. Forma parte de la tercera etapa (de desconfinamiento consecutivo a la pandemia del COVID-19, ndlr), cuando los estados y territorios elijan hacerlo, y eso demandará un poco más de trabajo”, añadió Morrison.
“Por tanto eso será en julio”, concluyó. La pandemia del COVID-19 fue contenida en Australia (7.285 casos y 102 muertos, según el ministerio de la Salud), y el rugby a 13, como el fútbol australiano, muy populares en el país, ya se han reanudado.
Pero en julio, la afluencia deberá verse limitada al 25% de la capacidad de los recintos, y cada aficionado deberá respetar reglas de distancia social.
El plazo fijado por Scott Morrison coincidirá con la reanudación del Súper Rugby en Australia, previsto el 3 de julio.
La competición reunirá a las franquicias australianas del Súper Rugby, que opone a equipos de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Argentina y Japón antes de su suspensión prematura en marzo debido al coronavirus.