Sí, siento orgullo por haber jugado contra él; inclusive me felicitó por mi gol”, recuerda en su casa de calle Rodríguez de Ciudad, el ex centrodelantero porteño Hardan Curi, uno de los próceres de Gimnasia y Esgrima de los ‘60.
Hardan tiene 86 años y la memoria intacta para rescatar detalles del ahora célebre partido entre Santos de Pelé y Godoy Cruz reforzado, que se disputó en el estadio Feliciano Gambarte, el 1 de marzo de 1964.
Cree que es uno de los pocos ex jugadores vivos que estuvieron en cancha esa tarde. “Soy yo, Víctor Legrotaglie y no sé quién más está”.
En ese momento militaba en Huracán LH, entidad que lo cedió para el partido, que se pudo jugar en Mendoza por las influencias del DT tombino, el brasileño Vianna Da Silva.
“Entré en reemplazo de Lisboa en el segundo tiempo y también ingresó “Picho” Fernández. Ellos ganaban 1 a 0, y a los 4 minutos empaté. Me llegó servido un centro de Aliendro y de cabeza la puse muy lejos de Gilmar, que era un arquerazo”, rememora.
Y añade: “Cuando volvíamos al centro del campo para reanudar las acciones, Pelé me felicitó y me dijo ‘buen cabezazo’”.
-¿Cómo jugó Pelé ese partido?
-Corrió más que ninguno; yo bajaba a veces para tratar de neutralizarlo, pero era muy difícil anularlo; me gambeteó con facilidad dos o tres veces. Tendría unos 20 años y yo estaba en los 25. Jugamos contra un crack y contra un equipo de grandes figuras que ya tenían dos campeonatos mundiales a cuestas, como el Rey, Gilmar, Pepe y Mauro.
Curi también aportó que en ese encuentro con el Santos se dio un hecho casi único en las canchas. Era tanta la gente que asistió, que pusieron sillas dentro del perímetro del campo de juego y muchos espectadores siguieron desde ahí las acciones. El estadio estaba colmado de público.
El hombre que integró la gran delantera mensana con Converti, Legrotaglie, Montes de Oca y “Geniol” Ledesma, aseguró que ese partido contra el astro fallecido, fue uno de los más grandes episodios de su carrera deportiva.
“Se fue un ídolo para mí; sentí mucha tristeza, la misma que me embargó tras la muerte de Maradona y de Jorge Benegas, aquél que llegó a jugar en San Lorenzo”, expresó.
El delantero mensana, hoy viudo, vive con sus dos hijas y un nieto que sigue sus pasos en la administración de una aceitera que él montó en la calle Paso de los Andes.
Aseguró que no se perdió casi ningún partido del Mundial de Qatar 2022. “Es que, pese a los años, sigo prendido con el fútbol”, confesó el exjugador del Lobo.