“Un refuerzo de lujo” tituló el Diario de Navarra, en España, el anuncio de la nueva incorporación del equipo Gurpea Beti Onak. ¿Y de quién se trata? De Macarena Sans, la central de la Selección Argentina y del Club Mendoza de Regatas que se abrió camino para seguir cultivando su talento y potencia para jugar.
Afuera, su cálida voz confunde a quienes no la conocen. Porque adentro de la cancha es lo opuesto, ataca con agresividad y firmeza para poder llegar al gol y lastimar al rival. Y eso es lo que buscará el elenco español. Por lo que la mendocina de 24 años, se sumó al proyecto villavés en el tramo final de la temporada, pero con la idea de continuar en el handball de Europa.
Pese a tener ofertas de otros clubes europeos y de la División de Honor, la ex Regatas decidió apostarle a este equipo que pelea el ascenso a la máxima categoría. Una vez finalizado el campeonato, decidirá su rumbo. La idea es quedarse en Europa para la siguiente temporada. Su destino puede ser seguir en España o quizá en Francia, expresó Maqui, en esta entrevista con Los Andes.
-¿Cómo se dio esta oportunidad en el club de Navarra?
-Hice contacto el año pasado, pero no quería ir a jugar afuera aún. Este año tenia la idea, pero a partir de junio. Luego me llamaron para un contrato inusual, de solo dos meses para jugar fase de ascenso. Como era poco tiempo, me cerraba la oferta y por objetivos claros. Y acepté. No me arrepiento de haber rechazado anteriores propuestas porque estaba convencida de no ir y quedarme en mi país. Ahora me siento segura de que es el momento. Es un gran salto para mi carrera.
-¿Por qué ahora y no antes, cuando tuviste oferta de otros clubes?
-Porque en Buenos Aires se me hizo cada vez más difícil de entrenar, ir y venir desde Mendoza y mantener el nivel de entrenamientos. Por no tener el apoyo que necesitaba. El desarraigo siempre fue la principal causa, pero ahora creo di el paso, sobre todo por una cuestión económica, quiero jugar en el handball profesional. Acá (en España) todos los contratos son profesionales. Quiero disfrutar de este handball después de 11 años de esfuerzo de viajar a Buenos Aires, siendo tan desgastante porque debía buscar constantemente los recursos. De no ser por mi familia o el de mis compañeras de seleccionado, hubiese sido imposible aguantar tanto tiempo de idas y venidas.
-Supongo que además es por el nivel, no es lo mismo el amateur de Argentina que el profesionalismo europeo.
-Y sí. Me encantaría jugar al handball profesional en mi país, pero allá sigue siendo amateur y son barreras que me cansé de tener que vivirlas. Deseo que las chicas de futuras generaciones no tengan que pasar por lo que pasé para estar en una selección, que no se quede truncada esa oportunidad por no tener lo s recursos. Que el handball sea más federal y que los deportistas del interior no estemos tan solos.
-¿Cuál es el objetivo en el club español?
-Es ascender a la máxima categoría. Quedan cinco partidos de la zona de grupos, después hay una fase de eliminación y para pasar hay que quedar entre los dos primeros de cada zona. Luego ganar esa llave y si lo hacemos, pasamos a la fase de ascenso que se juega con los cuatro mejores equipos de la Liga de Honor de Plata. Son tres partidos y sólo dos ascienden. Es un objetivo a corto plazo, dinámico, y va a estar muy bueno.
-¿Cómo te estás adaptando?
-El entrenador me había pasado todo el sistema que ocupan y lo estudie para ganar tiempo. Fue todo tan rápido, llegué a Villava y el sábado jugamos el primer partido.
Sans, que lucirá el 19 en la camiseta verdinegra, jugó este en Llíria (Valencia) el Preolímpico, en el que La Garra cayó ante Suecia y España quedándose sin opción de viajar a los Juegos de Tokio. De Valencia viajó posteriormente a Villava, tuvo su entrenamiento con el equipo y este este sábado debuta en la visita al Club Balonmano San Adrián.
Su conclusión tras el preolímpico y la no clasificación a Tokio
“El Preolímpico fue un torneo muy difícil, después de un año paradas en competencias, con las dificultades que nos trajo la pandemia. El último torneo que tuvimos fue el Mundial 2019. Si bien seguimos entrenando, no bastó para hacer pie en los partidos. Dimos el ciento por ciento y no nos guaramos nada. El objetivo de ahora en más con la Selección Argentina es seguir creciendo y mejorando para lo que viene.
-¿Y qué se viene?
-El Panamericano a mediado de junio, aunque no se sabe si se hará. Pero sería el próximo objetivo.
-Después del preolímpico en España, te quedaste allá sin poder reencontrarte con tu familia, con previa concentración con la Selección. ¿Extrañás?
-Si, se hace duro. Mi familia es mi sostén, mi pilar. Y quiero agradecerles, al igual que al club Regatas, que, pese a todo, en donde juegue, siempre están conmigo, me acompaña siempre, apoya y está para lo que necesito. Este club fue importante en mis 11 años que llevo a la Selección. Y si me permitís, quiero saludar a mi familia y en especial a mis 6 sobrinos que son luz en mi vida. Y que los extraño todos los días.