Gimnasia y Esgrima volvió a sufrir una dura derrota como visitante y su estadía dentro de la zona de Reducido llegó a su fin. San Martín (T), con un contundente 4-0, lo llenó de preguntas de cara a lo que resta por jugar.
El Lobo es un equipo de vaivenes emocionales. Puede comenzar con protagonismo un determinado partido y al rato caer en un pozo que lo expone ante cualquier rival. Anoche, tras ese buen inicio ante el Santo tucumano, donde consiguió sostener la regularidad durante la primera media hora y mostró virtudes para atacar el espacio desde la determinación de Romano. El “11″ fue clave para las dos primeras chances que generó el conjunto mendocino de cara al arco de Sand. El arquero fue importante para evitar la caída de su arco con dos intervenciones: la primera ante Romano y la segunda, con volada incluída, ante un remate de Castro.
San Martín(T) se vio sorprendido por ese arranque del Lobo y las dudas crecieron con los lanzamientos cruzados que buscó la visita para desequilibrar a la última línea local. Sin embargo, tuvo su ocasión más clara en una floja salida de Villarruel, quien perdió el balón con Dening en el vértice del área y posibilitó el centro que Prokop estrelló en el travesaño.
El encuentro ganó en emotividad por la propuesta que ambos profesan y de a poco la cancha se fue inclinando hacia el arco mendocino. Aún cuando los volantes mendocinos le dieron buen destino al balón y la toma de decisiones estuvo acertada, sobre la media hora de juego llegó un cachetazo imprevisto. Un córner que cayó desde la izquierda no pudo ser rechazado por la defensa mensana y Acosta, cumpliendo la ley del ex, le reventó el arco a Humeler.
Gimnasia no decayó en sus intenciones y Herrera despilfarró una chance para empatar cuando remató mordido ante el achique de Sand. Y ese ir al frente casi le cuesta caro cuando Verón llegó mano a mano con el “1″ mensana y definió apenas desviado. En el golpe por golpe, el Lobo se fue al descanso abajo en el marcador sin merecerlo.
Pero, como le contábamos en el inicio de esta historia, el Lobo sufre vaivenes emocionales y el caos llegó antes de lo previsto. En apenas 20′, el conjunto tucumano liquidó la historia con un puñado de situaciones y muchísima jerarquía para llegar a la definición.
La mano de Sastre ordenó modificaciones para cambiar un desorden que ya tenía demasiadas líneas desconectadas. Mientras Gimnasia perdió la forma definitivamente y se rompió, el Santo aprovechó al máximo la ventaja que supo construir para transitar un cierre de partido casi sin sobresaltos.
El buen primer tiempo que consiguió el once mendocino se perdió en apenas 20′ del complemento, más por errores propios que virtudes ajenas.
Ese sube y baja en las emociones se parece mucho a la presencia del Lobo en zona de Reducido. Ahora, con la derrota de anoche en el Jardín de la República, se quedó fuera de la zona deseada y deberá mejorar su rendimiento fuera de Mendoza para soñar con algo más que competir.
Todas las estadísticas de San Martín de Tucumán vs. Gimnasia y Esgrima:
